UNA
ACOTACIÓN DE MIS REFLEXIONES SOBRE EL CORPUS CHRISTI EN XÀTIVA.
Por
Miguel Mira Manzanaro
Según
mi personal observación, año tras año, la procesión de procesiones no es,
hablando sinceramente, el homenaje más expresivo y participativo de la
catolicidad de Xàtiva. Es esta una lamentación que desde el blog de la
Hermandad de Portadores de Jesús Nazareno vengo patentizando reiteradamente.
Pero este año he de añadir una coda… Porque este año fue invitada la Hermandad
de Cofradías a facilitar hombres, mujeres y niños (cuarenta, a poder ser) para
que asumieran la figuración de los personajes bíblicos que desfilan integrados
en esta manifestación eminentemente religiosa, aunque trufada de elementos
culturales. Pues bien, algunos menos de los figurantes que se solicitaron, poco
más de veinte, aceptaron el compromiso i desfilaron… Me pregunto: ¿Puede estar
satisfecha no ya solo la Hermandad como tal institución, sino cada una de las
cofradías, hermandades y congregaciones de Xàtiva, por haber participado en la procesión de
procesiones de ese modo?
A
cada uno de nosotros, cofrades o congregantes,
¿Nos parece de recibo que uno de los días más grandes de la
Iglesia, el día de Corpus, ni estemos ni
se nos espere, limitándonos pasivamente a ver desfilar la cohorte
cívico-folklórica y cultural, y, de paso, a Cristo Sacramentado…? Claro, esto no es Semana Santa y, al parecer,
valga la ironía, nada tiene que ver el Jueves Santo con el Corpus… ¿Nada tiene
que ver que se esté celebrando el regalo impagable, el tesoro de la dación
total de Cristo a su pueblo, a su Iglesia, como para que nos molestemos en
preocuparnos de que la única procesión que tiene el pleno sentido devocional y
la plena exigencia del testimonio de nuestra fe, merezca nuestra presencia,
nuestra disponibilidad a colaborar, a motivar a nuestra gente, a moverla de sus
asientos?
Pues
eso. Pienso que esta cuestión merecería una seria reflexión..