dimecres, 14 d’agost del 2019

NOVENA A LA MARE DE DEU DE LA SEU (y 2)




           

Novena a la Mare de Deu de la Sèu (y 2)

            El domingo me fue imposible asistir a la novena, por lo que no pude -lógicamente- escuchar la homilía de D. Juan Aguilar.
            Antes de seguir el hilo de la crónica anterior, me surge el comentario, de otra parte escuchado a varias personas, respecto al número de asistentes. Ya sabemos que no es obligatorio acudir al novenario, que no se pasa lista; pero es menos llamativo que no asista yo, por ejemplo, que sean otras personas las que no asistan. Y se nota. A partir del tercer día, se aprecia notablemente el “diminuendo”. Pero también es cierto que esta queja la estoy oyendo desde que tengo uso de razón. En mis años mozos ya le oí decir al Sr. Abad de entonces que no sabía a quién invitar a predicar la novena, porque el mayor número de oyentes era de madera: Es que ve un bon orador i predica per als bancs! Claro que ha habido altibajos; claro que la “poca gente” que acude al novenario, si la ubicáramos en St. Francesc, probablemente nos daría pleno, o casi. Pero, en cualquier caso, el manifiesto  desinterés es endémico, o a mí me lo parece. Si se me permite la licencia, quizás influya aquello de que “…en tiempo de melones…!”
            Sin bromas: somos muy de la Mare de Deu de la Sèu, pero…, pues eso: a Santa Bárbara…, quan tròna!
             
***
            Lunes. No se alargó demasiado el predicador, que viene avalado por su reconocida erudición, fruto de una formación constante (El Patriarca, Salamanca, Roma, los escrituristas…) y con un poso de cultura impresionante. D. Joaquín (Chimo para todos) es un enamorado de la Virgen. Todas sus homilías acaban con una invocación a María y, machaconamente, invita a recordar e imitar el “hágase en mí según tu palabra”, el sí de la Virgen, su entrega incondicional, que no le preguntó a Gabriel el  por qué, sino cómo  “…pues no conozco varón”. Pues bien, en esta ocasión su enfoque no se ciñó a los moldes clásicos y nos habló de mariología como inseparable de la cristología; destacó la importancia de los símbolos, que no adornos casuales, de la hermosa imagen de nuestra Patrona, como la azucena (pureza) la corona (realeza), hasta los colores del vestido y del manto (rojo rebozado en oro, y azul, respectivamente). Siempre le he oído rememorar la importancia que en los primeros siglos tuvo la consideración del pueblo cristiano teniendo a María por Madre de Dios,  lamentando enfáticamente la herejía arriana, fuente –según él del islamismo posterior…
            En fin, como no podía ser  de otro modo, no faltó la exhortación al seguimiento e imitación de esa María corredentora, madre de Dios y madre nuestra, apare de las anécdotas que nunca faltan en sus sermones.
            Martes.- Último día de la novena.
            Correspondió cerrar el ciclo a un sacerdote conocido, que ha colaborado en muchas ocasiones tanto en la Parroquia del Carmen como en la Colegiata. D. Juan Damián, canónigo de la Catedral de Valencia, nos propuso un examen reflexivo de las lecturas del día, en especial del Evangelio, cuando Jesús, ante los discípulos que le preguntan quién es el más importante, coloca a un niño en medio de ellos y les dice aquello que ya sabemos: si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reno de los Cielos…
            Pues bien, confieso que me vino de nuevo la contundente afirmación del sacerdote: cuando se nos ha hablado de este pasaje, hemos creído siempre que Jesús se refería a la inocencia, a la ternura de un niño; y, sin embargo, ello es erróneo. Resulta que en la época en que esto se dijo, en aquella antigua sociedad hebrea, el niño no era nadie: tan solo una   posesión del padre, como lo era igualmente la esposa, como una cosa más de su patrimonio. ¿Por qué, entonces, requerir que fuéramos como niños? Porque ese niño no representaba otra cosa que al mismo Jesús, que, siendo quien era, se abajó a la condición de un mero esclavo, a esa condición de mero servidor, a esa condición de nada. Se refirió, pues, a sí mismo al mostrar al niño como ejemplo. Si no me imitáis, si no escucháis mi palabra, si no cumplís mis mandatos, no tenéis  lugar en el Reino.
            El final de este sermón no podía dejar de lado al recuerdo de los mártires claretianos setabenses: José María, Eduardo, José y Antonio, cuya fiesta se celebra en este día; y, naturalmente, la referencia a María era ineludible. A la María pequeña, sencilla, humilde, en el sí quiero, en su visita  a Isabel, en todo momento hasta el pie de la cruz o al lado de los apóstoles hasta Pentecostés,  y se despidió con el “hágase en mí según tu palabra.”
            Finalizado el canto del himno a la Virgen de la Seo, se procedió en la Capilla de la Comunión, a bendecir un óleo con el retrato del mártir Antonio Cerdá Cantavella, que es el último beatificado de entre los mártires de la Guerra Civil.
            Hoy, 14 de Agosto, víspera de la Asunción, en la Colegiata se celebrará la eucaristía y, como acostumbra el actual Abad-Párroco, presidirá una procesión claustral con la imagen yacente de María en su dormición.
           
            Ya estamos en feria. Que os sea leve.

            Saludos cordiales, Miguel Mira

dilluns, 12 d’agost del 2019

NOVENA A LA MARE DE DEU (1)


MIGUEL MIRA OS CUENTA LA
 “Parábola de la Coca Cola”



            Extraño título, es verdad, pero ya llegaremos a ese punto.

            Salvo ayer domingo, en que, por razones que no vienen al caso, no pude asistir a la novena a la Virgen de la Seo, he participado puntualmente en el Santo Rosario y en la Eucaristía.

            Quiero referirme especialmente a la liturgia de La Palabra, celebrada cada día por un sacerdote distinto, lo cual pienso que es enriquecedor.

            Pues bien, los tres primeros días los predicadores nos ofrecieron sus reflexiones sobre los textos leídos en la Misa, de un modo sosegado, sin prisa, paso a paso, de modo que la recepción de sus propuestas nos llegaba como esa lluvia abrileña pausada y con efectos nutrientes para la germinación y sazón de los cultivos. El cuarto día, sin embargo,  se rompieron los esquemas. Aquello que –mutatis mutandis- podríamos decir que –exagerando, si se quiere- nos invitaba a levantar tres tiendas en aquel luminoso Tabor (“no sabían lo que decían…”), el cuarto día, como digo, un fuerte golpe de viento fresco y alentador, nos devolvió a la realidad. En una plática arrolladora, perfectamente hilvanada, las palabras del predicador nos devolvieron, repito, a una realidad exenta de buenismo, a una reconsideración de posturas, nos invitó a la ruptura, a la superación  de la rutina cotidiana. Con base en las distintas bodas que aparecen en la sagrada escritura, se nos recordó el compromiso con el esposo; se nos recordó que no somos ajenos al enlace entre el hombre y Dios; que –digo yo- lo de las tres tiendas queda en pura literatura.    Fue de agradecer aquel vendaval, que nos devolvió a nuestro ser y estado y que, al siguiente día, el quinto, otro predicador lo remachó con ímpetu, con denuncia de nuestras inhibiciones, como si aquella lluvia abrileña en vez de ayudarnos  a dar fruto, quedara en un “dolce far niente”, en esa agradable ociosidad que quiso desarbolar el cura del día anterior y que el sábado volvió a denunciar la otra homilía. Me hizo gracia, y de ahí el título de este artículo, el modo de llamarnos la atención sobre el motivo de la denuncia: “Los cristianos actuales nos parecemos a la Coca Cola. Cuando salió al mercado,  era auténtica; al cabo de unos años se convirtió en “light”; y ahora es “cero”…”

            Nueva llamada de atención:

            “Lo importante no son las luces, las flores, el protocolo…; y en las reuniones nos pasamos cincuenta minutos de una hora hablando de estas cosas; los  otros diez minutos residuales, para la Virgen…”  Y no se nos oculta que esta denuncia se dirigía  a  cualquier asociación devocional... ¿No os parece?

            Agradeció, por contraste, la valentía de los jóvenes voluntarios que se dedican incondicionalmente a atender catequesis o junior, en un mundo “cero” como el actual. Raul remachó el clavo de Pablo. Yo lo interpreto así, si me permitís: dejaos de tiendas: bajad al llano.

            No sin emoción escuche el final del sermón del viernes, cuando, de modo muy sentido y cálido, dijo el recién misacantano: en la debilidad, cuando decaiga el amor entre nosotros, dirijámonos a María, digámosle: “No tenemos vino”; y ella nos contestará: “Haced lo que Él os diga…”

            Conclusión: seamos auténticos.




dimarts, 6 d’agost del 2019

CINCO DE AGOSTO


VIRGEN SANTA DE LA SEO

            Como es mi costumbre, asistí el día 4 al Rosario solemne a nuestra Patrona. Si bien la eucaristía que le precedió estuvo muy concurrida, a la hora del Rosario mengua un tanto esa concurrencia, quedando, poco más o menos, a la que viene siendo habitual desde hace años. Puede que sea causa del calor o del horario. La verdad es que se acaba tarde. Estuve también en el concierto que ofreció la banda de la Primitiva Setabense, pero no me pude quedar a la dansà.
            En la fiesta de la Patrona, mientras me ha sido posible, he procurador asistir a la Misa Mayor; y este año me he alegrado por ver la Seo llena (muy pocos huecos, muy pocos), por ver el buen número de sacerdotes concelebrantes, dos de ellos jovencísimos: Juan y Pablo; y por ser el Obispo D. Enrique Benavent el celebrante que presidió el oficio.
            Me alegré de poder escuchar a ese esforzado coro, conjunción de cantantes de las cinco parroquias, acompañado del conjunto instrumental formado por músicos de La Vella. Me gustó. Incluso al final de la Misa, en el majestuoso y expresivo canto que también se interpretó a la entrada, reforzado con metales y percusión, mereció el aplauso de los concurrentes. Bien por Paco Roca, bien por Paco Perales, bien por los coralistas. Todo es perfectible; pero hemos ganado unos cuantos puntos desde hace dos años hacia acá. La solista, Cristina, que ya viene siendo habitual en estas fechas, mejoró sensiblemente la estrofa del difícil himno de Ramírez. Bien por Cristina.
            El obispo celebrante fue muy llano y muy claro en su hmilía; quizás un poco reiterativo, en su insistencia al recordarnos que la historia de Xàtiva va ligada indefectiblemente a la historia de la devoción de los setabenses a la Virgen. No faltó lla exhortación a que nos mantengamos firmes en nuestra fe, que venimos obligados a transmitir a quienes nos sucedan.
            De la procesión de la tarde no voy a hacer comentarios. Sólo esta reflexión, con manifiesto enfado, que le he oído esta mañana a un querido amigo sacerdote: Açò te que cambiar!  Es precís, te que cambiar!!
 Con mi afecto, Miguel Mira

dijous, 1 d’agost del 2019

AGOSTO EN FIESTA


Sant Feliu, festa fins el riu… Del riu cap allà, festa no hi ha…



            Xàtiva, uno de Agosto. Nuestro Santo Patrón. Víspera musical ofrecida por las dos sociedades musicales de la ciudad. Buen nivel e interesante programa, preludio de un mes eminentemente festivo. Así, hubimos de madrugar para asistir a las puertas de la Colegiara a la bendición de las cañas y participar seguidamente un buen grupo de personas en la romería hasta la ermita, antigua catedral visigótica, raigambre de la catolicidad del pueblo setabense. Amaneció el cielo ligeramente cubierto y caminamos sin grandes calores; foto en la escalinata que acorta el camino en la curva cercana a la torre de l’Almel.la, para retomar el camino por junto a Las Santas, bastante descuidado por cierto, encontrando a la llegada ya la iglesia medio llena. El alcalde caminó junto con los romeros y estuvo presente en la Santa Misa. Celebró el Sr. Abad con dos de los canónigos del cabildo colegial, asistidos por un tercero, a quien no conozco y del que no puedo dar razón. Así pues, refiero la normalidad de estos últimos años. ¡Con qué poco nos conformamos! Cantó el coro parroquial y el Sr. Abad pronunció su homilía con tintes histórico-religiosos, recordando el porqué del patrocinio de St. Feliu “el Africano” y el porqué de la presencia en el retablo de Sant Felix, el de Lyon, con algunos apuntes sobre el maravilloso retablo de este templo, y exhortación a los fieles para que, sin perder las raíces de la cristiandad de Xàtiva, seamos conscientes de la importancia de vivir nuestra fe sin dejarla al otro lado del camino. Al final de la eucaristía, se nos brindó una sorpresa: el Grup de Dances de Xàtiva, informalmente vestido, nos ofreció dentro del templo una breve dansà clásica, que me resultó emotiva. Cantamos los gozos al Santo y salimos al porticado atrio, donde esperaba el ya familiar “chiringuito” junior, proveedor de comer y de beber para quienes desayunan a la sombra de esta histórica basílica siguiendo una tradición ya asentada después de tantos años. De todos modos, me pregunto si los setabenses, yo el primero, nos sentimos de verdad amparados por el secular patrocinio de Sant Feliu… Incuso este año no se ha oído nombrar siquiera donde debía el nombre del mártir, que desde su preciosa atalaya mira la ciudad, no sé si con pena o con resignación. Querido San Félix: no nos lo tomes en cuenta; los setabenses somos así de inexpresivos. Pero sabemos que estás ahí. Queremos que sigas viéndonos crecer o menguar, pero siempre atados por la fe a tu histórico patronazgo.
   Cordialmente, Miguel Mira