dijous, 31 de març del 2022

EL PREGÓN -2022

DIRECCIÓN: PASCUA DE RESURRECCIÓN.

 

PUNTO DE SALIDA: “EL PREGÓN”

27 de Marzo de 2022.

            Por uno de esos avatares que a veces cambian el rutinario devenir de tu vida, me vi repentinamente aparcado junto a la cama de mi esposa en una dependencia auxiliar del área de traumatología del Hospital de Xàtiva, entre paquetes de vendas, gasas y trebejos sanitarios, cuando a los pocos minutos, frente a nosotros, quedó asimismo estacionada con la misma provisionalidad otra señora, muy mayor ésta, acompañada de quien supuse que sería su hijo. Infinitas horas más tarde, ambas dos fueron trasladadas a la misma habitación en planta y, con ellas, sus dos acompañantes vieron amanecer el día siguiente, a la espera de radiografías y pronóstico médico.   Lógicamente, ambos acompañantes compartimos unas cuantas largas horas de unos cuantos largos días al cuidado de aquellas dos almas, tratando de hacer más llevadera su obligada hospitalización. La verdad es que el otro señor y yo cruzamos pocas palabras cuando coincidíamos en nuestro “turno” respectivo, pues, de una parte, ya saben que yo soy poco hablador y, de otra, cuando el estado de Enriqueta, aquella simpática  anciana, lo permitía, su hijo se enfrascaba en la lectura, tableta en mano, totalmente centrado en su quehacer.

Se preguntarán, queridos lectores, a santo de qué les refiero mis cuitas. Lo cuento porque hoy he de agradecer aquel avatar, ya que algo después, cuando ya había terminado aquella semana hospitalaria, supe que mi compañero de habitación era un prestigioso profesor que ejercía su docencia en la Universidad de Salamanca, como catedrático en la facultad de derecho, área de Historia del Derecho y Filosofía Jurídica, Moral y Política. Me lo contó el estimado D. Juan Aguilar, que visitaba a diario a las dos enfermas y les llevaba el Santísimo, comunión que sinceramente agradecían. A Enriqueta y a sus hijos los apreciaba mucho D. Juan porque fueron feligreses suyos en Alcudia de Crespíns, de donde eran vecinos. Pero me dijo más: D. Enrique Bonete Perales es un cristiano comprometido hasta los tuétanos,

               Y, directamente, sin más preámbulos, añadió: “¡Qué buen pregonero para la Semana Santa!”.

            Así que, captado el mensaje, precisando la Hermandad de Cofradías de  candidato a pregonar la Semana Santa de  2020, sin más mérito que m atrevimiento, me atreví a lanzarle a aquel ocasional compañero de los recíprocos silencios, me atreví, digo, a retarle desde mi modesta posición de cofrade nazareno setabense involucrado en la tradición de la religiosidad popular…, repito, le reté a pregonar nuestra Semana Santa. Me satisface poder agradecer ahora el haber conseguido que el Dr. D. Enrique Bonete Perales aceptara la invitación y haya estado acompañándonos el pasado domingo 27 de marzo,   protagonizando el irrepetible Pregón de la Semana Santa de Xàtiva 2022, como tuvo que haber sido en 2020, Covid19 mediante.

            Lo de irrepetible no es un eufemismo. Salvo un par de excepciones, desde que he tenido oportunidad de asistir a este acto anual, hemos oído buenos oradores; hemos escuchado excelentes conferencias, reflexiones enjundiosas o sencillos llamamientos a ser consecuentes con nuestra fe o lecciones magistrales de historia de la que Xàtiva rebosa. Les aseguro que esto fue distinto: desde que D. Enrique abrió la boca, la atención fue absoluta. Tan sólo en un momento dado, en que se permitió bromear sobre la posibilidad de alargarse si no leía su texto, momento en que se percibió una sonrisa colectiva, el Dr. Bonete cautivó al auditorio por la sencillez en la exposición, por la claridad del contenido de su mensaje, por la vehemencia en la dicción, por la expresividad de sus gestos, por una perceptible sensación de que quien  hablaba sabía lo que quería decir y lo sentía emocionadamente en sus propias entrañas, porque su grito clamando por la plena identidad cristiana no salía fríamente de su cabeza, manaba cálidamente de su corazón. Vehemencia y convencimiento sembrando una semilla comprada a aquel labrador que salió a sembrar según la parábola de Marcos…

            Comenzaron sus palabras anunciando que su objetivo principal era “suscitar hoy la pregunta que, según los Evangelios, formuló el mismo Jesucristo a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que soy yo? Poco después insiste de modo más directo, queriendo conocer su particular parecer: ¿Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo? (Mateo 16, 13-16). A lo cual responde Pedro: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo. Confesión de fe que estamos invitados los aquí presentes a proclamar y vivir con intensidad ese tiempo de Cuaresma y de Semana Santa… Cada uno ha de responderse hoy en su corazón, de modo sincero, la pegunta que nos formula el mismo Cristo: ¿Y tú, ¿Quién dices que soy yo?”

                                                                              

                                                                            
 

            Desde el comienzo, nos interpela el Pregonero, adentrándose después en ofrecernos pistas que han de facilitar nuestra respuesta. Y, así, se adentró más allá cuando expuso la propia definición que daba de sí mismo el Señor: Yo soy el camino, la verdad y la vida… (Juan 14, 6). Desgranando una por una esas tres afirmaciones en profundidad, nos condujo a un final en que habla de la entrega de Jesús a  la muerte, para concluir con las palabras que transcribo literalmente:                                                                             

            Y tal acontecimiento es tan sublime que requiere de cincuenta días de tiempo pascual (para gozar sacramentalmente de la vida eterna) hasta Pentecostés, hasta el descenso del Espíritu a nuestros corazones. Sin los dones del Espíritu, sin su iluminación profunda, no podemos seguir las huellas, el Camino que Jesucristo nos ha marcado, ni creer en la Verdad que nos ha revelado, ni mantener la esperanza en la Vida eterna que se nos concederá como un don inmerecido tras entrar en el misterio de la muerte, confiados en que Él, con ternura y sigilo, nos acompaña hacia el Padre, que es lo que celebramos esencialmente en el Triduo Pascual, en el Domingo de Resurrección…

            Y ahora, durante este tiempo litúrgico del final de la Cuaresma y de la cercanía de la Semana Santa, hemos de responder, sinceramente, a la pregunta que nos formula el mismo Cristo en lo más profundo de nuestro corazón, de la conciencia: Y tú, ¿quién dices que soy yo?”

***

            Al acto asistió D. Juan Aguilar junto al Sr. Abad, asistieron también algunos concejales del Excmo. Ayuntamiento de Xàtiva; lo introdujo Dª Mará Luisa Ramón, nuestra presidenta, dando paso a D. José Canet, amigo personal de D. Enrique Bonete, para que lo presentara y pusiera de manifiesto su amplio currículo e hiciera referencia a los numerosos e interesantísimos  libros escritos por él. Al acabar de pronunciar el pregón, la Sra. presidenta de la Hermandad de Cofradías, Dª Isabel María Cortés, dio las gracias y le ofreció al pregonero un obsequio como recuerdo de este acto de inicio de la Semana Santa. Seguidamente, se dio paso a un breve concierto con que nos obsequió la orquesta de la Sociedad Musical La Nova de Xàtiva, del que destacaremos el estreno de las transcripciones para cuerda efectuadas por Julio Juan García de las marchas procesionales “El Cristo del Cachorro”, del también músico de La Nova: Rafael Sanz Mayor, y “Mektub”, de Mariano San Miguel, finalizando con la clásica “Mater Mea” de Ricardo Dorado, concierto muy aplaudido por los concurrentes.

            No me reprimo al reseñar cómo algunos bancos de la Iglesia de Sant Francesc estaban cubiertos con plásticos y sobre otros algunos cubos recogían el agua de las goteras que han delatado durante estos largos días de temporal el mal estado de la cubierta del templo. Es ésta la primera vez que se pronuncia un pregón en esta iglesia desde su restauración para el culto.    

            Esperemos que a partir de ese momento cesen las lluvias y, por fin, los cofrades setabenses puedan acompañar sus veneradas imágenes en las tradicionales procesiones de traslado como en las penitenciales y, sobre todo, el Viernes Santo.

            Gracias por vuestra atención. Vuestro, Miguel Mira Manzanaro.