LUNES SANTO
La última cena. Vicente López
Con media hora de retraso, salió la Procesión de Penitencia de la Hermandad de la Santa Cena. Muchos años he acompañado esta venerada imagen como representante de mi cofradía en el grupo de la Hermandad de Cofradías que preside; pero este año, exento de ese cometido, pude ver con mejor perspectiva el desfile sin que nadie tapara mi visión, porque la verdad es que en la calle el público era escaso. Me extrañó que abriera paso la banda de tambores de La Dolorosa, y he preguntado el por qué. Resulta que por distintos problemas la banda de la propia hermandad está inactiva, aunque van a procurar recomponerla. Al menos, esa es la idea. Lo que me pareció un signo positivo fue la participación tanto de acompañantes con cirio como de cofrades. Ayer desfiló un buen número de ellos. El trono, como siempre, bien adornado y bien iluminado ya no fue conducido por nuestro querido amigo Vicente Victoria por su delicado estado de salud; pero lo llevan un buen sustituto y un buen guía. Las presidencias de costumbre, con asistencia del párroco, y la banda de música de Rotglá Corberá. Aunque el itinerario parecía largo, me dicen que la procesión acabó en su sede antes de las doce.
Con afecto, Miguel Mira
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