I. LA ASAMBLEA
II. UNA EFEMÉRIDES.
El viernes, día 21 de Junio de 2.013, se celebró la Junta General de la Hermandad de Cofradías con carácter ordinario. Se aprobaron el acta de la reunión anterior, la memoria y las cuentas, todo ello por asentimiento porque nadie abrió la boca, si exceptuamos una corrección solicitada por la representación de la Cofradía de Nuestra Sra. de los Dolores y unas puntualizaciones pedidas por la Purísima Sangre. Si hemos de atenernos a la intervención del Presidente saliente como al contenido de la memoria de estos dos últimos ejercicios, deberíamos congratularnos del positivo balance de resultados, cuando en realidad no todo fueron luces; pero las sombras no se reconocieron. Faltó autocrítica y se echó de menos la intervención de los asistentes a ese mismo fin, porque en lo bueno y en lo malo todos tenemos alguna responsabilidad. Pero, por lo visto, por la Asamblea General hay que pasar de puntillas para no hacer ruido. ¿Qué nos pasa?
El único que se refirió a determinados problemas, muy llamativos por cierto, fue el Sr. Abad, cuyas palabras, como suele suceder casi siempre, es probable que caigan en saco roto. No quisiera contagiar pesimismo; y espero que con la toma de posesión del nuevo persidente de la Hermandad, D. Antonio Escudero, por la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración "El Cachorro", se abra un paréntesis y el aire fresco nos despierte y nos conduzca a un camino de mayor colaboración, hermandad y sentido de la responsabilidad, ante un reto como es el perfeccionar las manifestaciones externas de nuestra fe, a base de profundizar en los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor y no quedarnos simplemente en su mera escenificación sin mayor ambición ni trascendencia.
II. UNA EFEMÉRIDES.
Ayer,
día 22 de Junio de 2.013, la Parroquia de los Santos Juanes estuvo de fiesta. Y
la celebración fue múltiple.
En
primer lugar, la Hermandad de la Santa Cena, radicada en ese templo parroquial,
conmemoraba el cincuentenario de la adquisición de su imagen titular y su reincorporación a la Hermandad de Cofradías; y la
comunidad parroquial celebró el Día de la Parroquia, ante la proximidad de la
festividad de uno de sus copatronos: San Juan Bautista.
Y así se
sucedieron los actos conmemorativos:
A las siete y
cuarto de la tarde, Eucaristía. El templo, a rebosar. Asistencia extraordinaria.
Advertimos la presencia de personas poco o nada habituales en las misas de esta
iglesia y constatamos la respuesta de algunas representaciones de cofradías de
nuestra Semana Santa. Menos de las que debieran haber respondido a la
invitación de la junta de la Hermandad de la Santa Cena. Estuvieron las
presidencias de La Buena Muerte, de la Virgen de los Dolores, del Traslado del
Cuerpo de Cristo y las de la Cofradía y Hermandad de Portadores de Jesús Nazareno.
Este es uno de los motivos que provocan una sonrisa cuando se oye hablar de
hermandad…
El coro
parroquial, como siempre, acompañó con sus cantos la Santa Misa, en la que
también participaron las distintas cofradías que tienen sede en la parroquia y
los distintos movimientos que atienden la actividad pastoral: Caritas, Manos
Unidas, Juniors, Itinerario de Renovación… El Cura Párroco no cabía en sí de
gozo y también como acostumbra, durante su homilía hizo participar a los más
pequeños, cuya espontaneidad movió a la sonrisa y captó la atención de los
concurrentes.
Leyó la acción
de gracias el señor presidente de la asociación oferente, quien tuvo emotivas
palabras, pronunciadas en un tono sincero y orante, que emocionó a muchos.
Terminada la
Eucaristía, se dispuso en el presbiterio la ubicación de sillas y atriles para
el concierto extraordinario, que debía ofrecerse a continuación. Aprovechando
la celebración del fin de curso de la Primitiva Setabense y su convenio con el
Ayuntamiento, pudo ofrecerse este acto en honor a la efemérides que se
conmemoraba. Miembros de la Hermandad de la Santa Cena repartieron a los
presentes un folleto espléndidamente editado, con un resumen de la historia y
avatares del templo donde nos encontrábamos, del que son autores el arquitecto
y el arquitecto técnico –D. José Emilio Llacer y D. Pere Pau Catena- que
proyectaron y dirigieron las obras de restauración del edificio, excelentemente
documentados. A las nueve de la noche, tomaron sus asientos los músicos de la
Jove Orquestra de la Música Vella de Xàtiva, que fue presentada por el Rvdo. D.
Raúl Jiménez. Tras los aplausos, bajo la batuta del director del conjunto
instrumental, D. José Martínez Colomina, se interpretó el Aria en Re, de J. S.
Bach, buena introducción para preparar a los oyentes a escuchar unas obras
nunca antes oídas en nuestra ciudad: Magníficat y Gloria, ambas del joven
músico D. Javier Tortosa, tenor en el Coro de la Generalitat y director del Cor
Calixtí de Canals. Este coro y nuestro Cor Polifònic Ciutat de Xàtiva, unidos
para la ocasión (aunque no es la primera vez que colaboran (recordemos las
Siete Trompetas del Apocalipsis de gratísima recordación) nos brindaron un
excelente concierto, certeramente acompañados por la orquesta. Si he de ser
sincero y partiendo de la base de que no soy músico ni otra cosa que un
aficionado recalcitrante, el Magníficat me pareció una excelente composición,
pero me dio la impresión de que el autor había puesto más empeño en la técnica
que en la estética, aunque no estuvo exento de ella. Me gustó más el Gloria,
quizás por su espectacularidad. Impecable la actuación de la solista (que lo es
del Còr Polifònic) Cristina Martínez y rotundo el aplauso del enfervorizado
público que llenaba el templo convertido en ocasional auditorio, hasta haber
muchas personas de pie. Pero, no obstante haber gozado plenamente con estas
obras, para mí, el clímax del concierto estuvo en el bis. No pudo el maestro
elegir pieza más adecuada: el Ave Verum, de Mozart. No sé cómo no me salieron
moratones en las manos por la fuerza de mi aplauso; y ¡mira que lo he oído
veces!
Enhorabuena a
la parroquia y a la asociación convocante, de verdad. ¡Enhorabuena! Que
cumpláis muchos más años en el empeño de que nuestras tradiciones semanasanteras
permanezcan vivas y el culto eucarístico que representa vuestra imagen sea
fundamento de vuestros actos, en bien de la Parroquia y de nuestra ciudad.
El final de la
fiesta tuvo lugar en el patio de la iglesia. Cena popular con tikets módicos.
Numerosa asistencia. Muy numerosa. Ambiente cordial y participativo.
Actuaciones de los juniors y del coro parroquial rubricaron la velada, en la
que –lógicamente- no faltó la rifa para recaudar fondos. Puede el Señor Cura y,
claro es, todos los feligreses, estar contentos por la respuesta. Si yo fuera
jurado, mi nota sería SOBRESALIENTE.
Con mi más cordial saludo, MIGUEL MIRA
Con mi más cordial saludo, MIGUEL MIRA
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