No he venido a abolir la
ley y los profetas, sino a darle plenitud… (Mateo 5, 17).
Ayer miércoles, día 27 de marzo, peregrinamos a San
Pedro, el templo parroquial más antiguo de Xàtiva.
Respecto a la asistencia, nada significativo que reseñar;
seguimos en la misma tónica.
Equipo sacerdotal en pleno, el celebrante, pensando en
voz alta, nos situó en tiempos convulsos, en un mundo en el cual hemos dejado
de ser mayoría y expresó su inquietud patentizando la necesidad de que estos encuentros
sean más frecuentes.
Él mismo, antes del comienzo de la celebración dirigió el
ensayo de los cantos acompañado del coro parroquial.
Luego, solemnidad en la entrada y sobriedad en la oración
eucarística con aquellos cantos coreados por los asistentes con evidente
fervor.
Sosegadamente, según su estilo propio, el párroco
reflexionó sobre las lecturas del día: la exhortación de Moisés al pueblo judío
a cumplir los decretos y mandatos del Señor que le fueron dados en el Sinaí,
trasladando a quienes le oíamos ese requerimiento, confirmado luego en el
evangelio de San Mateo, bien que matizando el significado de esa plenitud a la
que Jesús se refirió en su discurso a los discípulos. El cumplimiento mecánico
de las normas, porque sí, no tiene sentido. Los mandatos del Señor tienen su
fundamento en el amor y es desde el amor como adquiere sentido cada uno de los
preceptos de la Ley.
Cubrimos una nueva singladura en la Cuaresma, alimentados
con el pan de la palabra y el pan de la eucaristía en el camino hacia la
Pascua.
El obsequio de la parroquia, esta vez, consistió en un
punto de lectura en el que se representa la Piedad que figura en el maravilloso
retablo que preside este templo, singular y perfecta comunión entre el gótico y
el plateresco, conjuntados con suma delicadeza por sus restauradores.
La rúbrica en esta estampa: Este es el tiempo de la misericordia…
Si Dios quiere, la
próxima semana nos reuniremos a orar en la Parroquia de Nuestra Señora de la
Merced y Santa Tecla.
Pero antes, el domingo 31, ya se habrá celebrado, Dios
mediante, el Pregón de la Semana Santa en la Colegiata a las doce de la mañana.
No se olviden, por favor.
Suyo, Miguel Mira
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada