Sant Feliu, festa fins
el riu… Del riu cap allà, festa no hi ha…
Xàtiva, uno de Agosto. Nuestro Santo Patrón. Víspera
musical ofrecida por las dos sociedades musicales de la ciudad. Buen nivel e
interesante programa, preludio de un mes eminentemente festivo. Así, hubimos de
madrugar para asistir a las puertas de la Colegiara a la bendición de las cañas
y participar seguidamente un buen grupo de personas en la romería hasta la ermita,
antigua catedral visigótica, raigambre de la catolicidad del pueblo setabense.
Amaneció el cielo ligeramente cubierto y caminamos sin grandes calores; foto en
la escalinata que acorta el camino en la curva cercana a la torre de l’Almel.la,
para retomar el camino por junto a Las Santas, bastante descuidado por cierto, encontrando
a la llegada ya la iglesia medio llena. El alcalde caminó junto con los romeros
y estuvo presente en la Santa Misa. Celebró el Sr. Abad con dos de los canónigos
del cabildo colegial, asistidos por un tercero, a quien no conozco y del que no
puedo dar razón. Así pues, refiero la normalidad de estos últimos años. ¡Con
qué poco nos conformamos! Cantó el coro parroquial y el Sr. Abad pronunció su
homilía con tintes histórico-religiosos, recordando el porqué del patrocinio de
St. Feliu “el Africano” y el porqué de la presencia en el retablo de Sant
Felix, el de Lyon, con algunos apuntes sobre el maravilloso retablo de este templo,
y exhortación a los fieles para que, sin perder las raíces de la cristiandad de
Xàtiva, seamos conscientes de la importancia de vivir nuestra fe sin dejarla al
otro lado del camino. Al final de la eucaristía, se nos brindó una sorpresa: el
Grup de Dances de Xàtiva, informalmente vestido, nos ofreció dentro del templo
una breve dansà clásica, que me resultó emotiva. Cantamos los
gozos al Santo y salimos al porticado atrio, donde esperaba el ya familiar “chiringuito”
junior, proveedor de comer y de beber para quienes desayunan a la sombra de
esta histórica basílica siguiendo una tradición ya asentada después de tantos
años. De todos modos, me pregunto si los setabenses, yo el primero, nos sentimos
de verdad amparados por el secular patrocinio de Sant Feliu… Incuso este año no
se ha oído nombrar siquiera donde debía el nombre del mártir, que desde su
preciosa atalaya mira la ciudad, no sé si con pena o con resignación. Querido
San Félix: no nos lo tomes en cuenta; los setabenses somos así de inexpresivos.
Pero sabemos que estás ahí. Queremos que sigas viéndonos crecer o menguar, pero
siempre atados por la fe a tu histórico patronazgo.
Cordialmente, Miguel Mira
Cordialmente, Miguel Mira
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