Deu ens guarde…
Estos días de retiro forzado o forzoso,
como queráis, nos dan tiempo para pensar, recordar, escribir, leer… y rezar.
Quiero poner en valor (como ahora se
dice) algo que por cotidiano se pasa por alto con toda naturalidad, pero que no
tiene por qué quedar en la sombra:
La Junta Directiva de la Hermandad de
Portadores ejerciente hoy día (nos quedan unos meses de vigencia) puedo aseguraros
que ha llegado a ser un grupo cohesionado que se reúne para departir y poner en
común nuestras cosas nazarenas con envidiable familiaridad, contrastar
discrepancias, aunar voluntades, compartir confidencias…, todo con la mirada
siempre puesta en nuestro objetivo fundamental: Cristo, sí, ese Cristo que
cargó su cruz, nuestra cruz, y que en ocasiones nos llama la atención por
nuestros humanos despistes.
Esa familiaridad ha propiciado en estos
días de reclusión mayor que el whats-app eche humo. Uno comenta, el otro dice,
alguien pasa una foto o un video con el mensaje del Papa…
Una de esas fotos es la del brazo de la
Mare de Deu de la Seu, con ese lirio de nuestra salvaguarda histórica, muestra
de su santa misericordia en la hora difícil de la peste. Ese lirio que en estos
momentos quisiéramos volver a sentir como libranza y garantía de nuestra salud.
Y esa fotografía que nos pasó Juanvi Martí es la que se publicó anteayer en
este blog.
Pero en ese intercambio de “chats”
surgió una iniciativa al hilo de las peticiones desde la basílica de la Virgen
de los Desamparados, reclamando de todos los fieles que en sustitución de la
presencia en las calles de tanta gente que rinde pleitesía a la mareta durante
las fiestas de San José, colgaran de los balcones cobertores o estampas de
María o de Cristo según las advocaciones de cada población. Pues bien, a Elena se
le ocurrió comentar la posibilidad de colocar en el balcón de la floristería en
la plaza de S. Francisco una de las colgaduras con la imagen de Jesús Nazareno
que normalmente se muestran durante la Semana Santa. El aplauso unánime dio
lugar a la imagen que se ve en la fotografía.
Era lógico que se le dieran las gracias enseguida,
pero Elena contestó:
“La fe mueve montañas y moverá nuestros corazones para dar el
mismo FIAT que dio María. EL PADRE NUNCA ABANDONA.
Por
favor no deis más las gracias. Por lo que representa, la hemos puesto entre
todos y cada uno de los creyentes del mundo y es para darnos apoyo y soporte a
los que ni creen. Pero no importa: Él siempre ha creído en nosotros. Dadle las
gracias a Él. Es el Único que se las merece.
Todos
juntos con SU ayuda venceremos. Somos muchos. EL nos ama.
Como ha
dicho el Papa Francisco rezad y confiad”.
Sigamos, pues, rezando y como pide la señora presidenta en un correo, unamos nuestra voz emocionada a las doce de la mañana y recitemos la oración que se propuso ayer en el blog.
***
Pero hoy es el día de la poesía y pienso que no por conocido es menos asumible este soneto de Lope de vega:
¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno escuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué estraño desvarío
si de mi ingratitud el yelo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
Alma, asómate agora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía!
¡Y cuántas, hermosura soberana:
Mañana le abriremos -respondía-,
para lo mismo responder mañana!
Vuestro,
Miguel Mira
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