MARE DE DEU DE LA SÈU, MISERICORDIA! (2)
LA VÍSPERA
Ya
hace años que quienes asisten al rezo del Santo Rosario a la Virgen de la Seo
no tienen problema alguno si buscan asiento. Lo tienen disponible. Aquella
masiva concurrencia de cuando éramos más jóvenes, quedó para el recuerdo y la
añoranza. Por mucho que quiera encontrar alguna excusa, no la encuentro
satisfactoria: la Patrona sigue siendo la Mare de Deu; el mes, Agosto, sí, ese,
el de las vacaciones ahora y entonces; el calor, sofocante, pero ¿Cuándo ha
sido clemente la meteorología con esta tórrida ciudad? Cambio generacional, me
dicen. Antes los padres y los abuelos te hablaban del Miracle, te transmitían aquello que les era tan propio por fe o por
tradición. No sé si me equivoco, pero da la impresión de que, salvo
excepciones, si alguien te recuerda que se acerca el día de la Mare de Deu es para que no te olvides de
que ahí cerca está la playa o la oportunidad de darte un garbeo por España.
Otros, intentan sembrar, es cierto también; pero te amohinas sin asumir aquello de no recoger el fruto de la siembra. Hay quien comenta que falta motivación…
Puede ser. El Papa Francisco se harta de enviarnos a las peri-ferias; pero me
da la impresión de que aquí mas bien nos quedamos con la segunda parte de esa
palabra. ¡Está tan cerca el día quince!
En
el concierto, sí, sea de La Vella o de La Nova, da igual, lleno seguro, y en la
Dançà, lo mismo. Y está bien, que no hay nada en contra. Pero…
Pues
eso.
Dice una de las estrofas de los gozos:
De
vuestro amparo propicio toda la ciudad blasona; que por teneros
patrona, goza tantos beneficios, y es seguro indicio de la eficaz protección ...
¿No les parece una paradoja?
¿Que sigo siendo pesimista? ¿Qué exagero? Pues esperen
que, sin solución de continuidad, llegamos al
DIA DE LA PATRONA DE XÀTIVA
Me
dicen que la Misa de las Camareras estuvo muy concurrida, como siempre. Menos
mal que todavía podemos pensar en que
queda ese remanente de secular devoción y cariño a María. Yo acostumbro a
participar en la Misa Mayor. Como en el Rosario, haber asientos disponibles,
los había; pero para lo que venimos viendo de unos años a esta parte, no hemos
empeorado; pero tampoco es éste un consuelo.
Por
cierto y en positivo: si en algo se notó cierta diferencia fue en la actuación
del Coro Parroquial. Sensible fue la mejoría. Sacerdotes concelebrantes, los
justos; los viejos, al menos, nos percatamos de algunas ausencias; pero, en
fin, el calor no hizo mella en nosotros y pudimos rezarle a nuestra Madre por
los nuestros, ausentes o presentes; por aquellos que se les esperaba pero no
estaban… Nos hacemos mayores. Ya lo comentaba el otro día, y no hay apenas
relevo. Sí que ha habido alguno en el grupo de Alets y Camareras. Pero la
periferia sigue a lo suyo y nosotros también, a pesar de la Evangelii Gaudium…
Léanla, por favor.
La
rúbrica, siempre esperada, del Himno no estivo mal, pero no hay forma de oir
algún intérprete que lo cante con el gusto y cariño que nace del sentimiento.
Esperaremos a que la conjunción astral sea propicia en tempos venideros…
Y
LA PROCESIÓN
Poco
hay que comentar. Llama la atención que los vendedores de cirios ni se molestan
en aparecer desde hace unos años. Ya nadie los usa y, por ende, nadie les
compra… Pocos fuimos los atrevidos que
asistimos a este tradicional acto de culto a La Madre. De pena. Presidió
el cortejo la Corporación Municipal (parte; como también estuvo en la Misa de
doce). Vimos un buen puñado de falleras y una sola niña de Comunión. Hacía
calor, mucho calor, es verdad; y lo notamos más quienes tuvimos la osadía de
vestirnos de traje…
Antes
he calificado la procesión “de pena” y así lo vi. Los Alets tuvieron problemas
en las andas, porque no se cubrieron todos los turnos; hay personas que recogen
su tarjetita y luego no aparecen. Y
ahora, como en la Semana Santa, se produce el “efecto Bermudas”. La Plaça de la
Bassa se engulle buena parte de acompañantes. No sé si es cuestión de metros o
de horario. Bueno, pues así somos. Superada la Plaça de la Bassa, llegados sin
apenas nadie esperando la procesión, alcanzamos Españoleto y de ahí hasta la
Colegiata, ni un alma. Poca gente en la Pl. de la Sèu. Poca gente en el
interior del templo. Pequeña muestra de fuegos de artificio y corto Adiós del
Sr. Abad, último como tal, después de veinte años. Sosa la recepción a la
Patrona. De verdad, ¿Soy yo quien veo la botella medio vacía y debiera verla
medio llena?
En cualquier caso, sólo veo media. No
está llena. Repito: ¿Qué nos pasa?
Vuestro,
Miguel Mira
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