...QUIEN NO ES AGRADEWCIDO
Mirando la excelencia
de una colaboración extraordinaria, como lo fue la de los cantantes que nos
acompañaron por las calles de Xàtiva durante la procesión del Viernes Santo, por mera liberalidad y afecto,
para ayudarnos con nuestro bíblico motete -tomada su letra del profeta Jeremías-
a tener nuestra mente centrada en el Camino del Calvario; a elevar nuestro espíritu en oración itinerante y penitente
esfuerzo; a dar sentido al testimonio de fe que se expresa, voluntariamente
aceptado, cabía agradecer aquella dádiva de música sacra, aquella plasmación
coral del “eram quasi agnus innocens…”
Y ya en tiempo de
Pascua, con el gozo de la resurrección, invitamos a nuestros amigos a sentarse
a la mesa con nosotros, a compartir un buen rato de cordial tertulia; y así lo
hicimos este pasado sábado, día 6 de Mayo. Compartimos, pues, mesa y mantel
(evitaremos hablar de las viandas para no malograr el relato); gozamos del
ameno discurrir en compañía tan grata, con ellos, con sus cónyuges y con alguno
de sus hijos pequeños.
Hace dos años, en 2015,
por el mismo motivo, ya habíamos hecho lo propio, y nos pareció adecuado el
entregarles a cada uno una de nuestras
medallas de plata y un libro de nuestra historia. Esta vez la recibieron los
tres cantantes que no estuvieron aquí entonces, y sus respectivos cónyuges e hijos. Hicieron los
honores la Señora Presidenta y D. Francisco Perales. María Luisa agradeció la
disponibilidad, la colaboración, en suma, su presencia en la procesión,
poniendo énfasis al reseñar cómo, a nuestro paso, el numeroso público expectante,
enmudecía al escuchar tan afinadas y
expresivas voces. Yo añado: cuando se “escucha” ese silencio, envolviendo la presencia de Jesús Nazareno,
sobrecoge por respetuoso y solemne; e, imponente, bajo el peso de la cruz, sigue
su camino el Maestro, el Cordero de
Dios.
Vuelvo atrás: la
Señora Presidenta, como acostumbra, habló con la sinceridad y afecto que los
invitados merecían sobradamente; y nuestro Vice-Secretario estaba feliz,
orgulloso, satisfecho, con una felicidad expansiva, que nos condujo a una
rúbrica del acto, aquel acto tan familiar, por otra parte, con la que fue una
sorpresa inesperada. Así es: como no estaba lejos la casa del clavario y
Fernando estaba presente (a pesar de que tuvo guardia en La Fe y acabó muy tarde), fuimos hasta
allí para ver la imagen que preside sus estancias, y… ¡el coro cantó el motete! Los niños se sentaron junto
a Jesús; nosotros nos situamos frente a ellos y les juro que la emoción podía
palparse… Eram quasi agnus innocens…
Benditos
seáis por tan valiosa dádiva.
Amigos: sabemos que
queréis seguir colaborando. Nosotros queremos que sintáis nuestra sincera
gratitud y afecto… ¡Os esperamos en 2018!
Cree, está seguro de
expresar el sentir de esta Hermandad, Miguel J. Mira Manzanaro.
***
Qué se canta en el motete:
Eram quasi agnus innocens:/ ductus sum ad
immolandum, et nesciebam:/ consilium fecerunt inimici mei adversum me,
dicentes:/ Venite, mittamus lignum in panem eius / et eradamus eum de terra
viventium./ (Jeremías,
11 – 19)
(Omnes inimici mei adversum me cogitabant mala
mihi:/ verbum iniquum mandaverunt adversum me, dicentes: / Venite, mittamus
lignum in panem eius / et eradamus eum de terra viventium).
Yo,
como inocente cordero, era llevado al matadero y no sabía lo que tramaban
contra mí, diciendo: ¡Venid, talemos el árbol con su fruto! Arranquémoslo de la
tierra de los vivos.
(Todos mis enemigos
planearon el mal contra mí; conspiraron contra mí, diciendo: Venid…)
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