diumenge, 19 de maig del 2024

EN PENTECOSTÉS

 

VEN DULCE HUÉSPED DEL ALMA…

 

            Ya, como solemos decir, ha pasado en un suspiro la cincuentena de Pascua y cierra el ciclo la solemnidad de Pentecostés.

            Aunque la hemos oído en la Santa Misa de hoy, me parece oportuno transcribir la hermosa “secuencia”, como una oración que ofrecer desde aquí al Padre, en petición de que reafirme en nosotros sus dones y encienda el fuego de su amor en estos frágiles corazones nuestros.

Ven Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo,
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus Siete Dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.


¿CÓMO ESTÁN NUESTRAS PUERTAS?

            Tan solo pretendo recordar aquello que ya tantas veces hemos oído, pero tal vez no hemos escuchado o no hemos asumido; y tomo la idea de unas palabras de la homilía que ha pronunciado hoy el sacerdote celebrante de la Misa oficiada ante el altar de Nuestra Señora de los Desamparados en Valencia.

            Sencillamente, me ciño a esta cuestión: (Juan 20, 19) “…estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas por miedo…”  

            Referidas a nosotros estas palabras, la pregunta del predicador ha sido: ¿Cómo tenemos nuestras puertas?

            Lógicamente, no coy a transcribir el sermón. Únicamente reconsidero: ¿Tengo mi puerta atrancada frente a los demás?

            Pues eso.

            Un cordial saludo y ¡Feliz Pascua granada!

            Miguel Mira