UNA CRÓNICA RETROSPECTIVA
Y LE SIGUE LA NOCHE DEL JUEVES
Domingo 22 de Marzo de 2015.
La Congregación del Stmo. Ecce Homo
traslada su imagen de clavario.
Un año mas, una vez finalizado el solemne Novenario al
Santísimo Ecce Homo, se procedió
al traslado de la Imagen de Clavarios para depositarla en el domicilio de Don
Francisco López Descals.
Las lluvias, que empezaron a
acompañarnos
desde el quinto día de
novena, dieron lugar a los más diversos comentarios y especulaciones
acerca de la conveniencia de aplazar esta procesión. La Junta acordó que la
decisión final
se tomaría
momentos antes de la hora señalada
para su inicio. Dado que los diversos servicios meteorológicos daban una tregua
entre las 19 y las 23 horas, como así fue, y no llovió, se resolvió celebrar la
procesión;
pero, por decirlo de alguna manera, a un servidor le supo
a poco. Ambiente frio,
poca gente viendo pasar el cortejo, pocos congregantes con vesta (un buen número de éstos asistieron de
particular) y participaron muchos menos fieles acompañantes de lo habitual. Hubo
nervios al portar las andas desde La
Merced hasta la casa del clavario, por los pocos que allí acudieron, optándose por
colocarlas sobre el carro y así se
llegó al
punto de salida de la procesión. Afortunadamente, antes de comenzar, al
comprobar que había
suficientes portadores, aunque sin relevo, se decidió portar la imagen a hombros.
Por las características
del trazado de la procesión
creo que hubiera sido difícil
conducir las andas con el carro pues hubo que superar los innumerables
cables que cruzan nuestras calles, que obligan a bajar y subir las andas a brazos de los
portadores en demasiadas ocasiones.
Como he señalado anteriormente, el ambiente fue frio y, ante la preocupación por no tentar la suerte y
evitar llegar más tarde
de las once al domicilio del clavario, la procesión careció, desde mi humilde opinión, de la solemnidad y calma
que se requiere. Sobresaliente el acompañamiento musical, esta vez a
cargo de la banda de la Música
Nova de la ciudad; y la misma nota para el arreglo floral dé las andas.
Francisco Perales
JUEVES DE PASIÓN
Desde
ya hace muchos años, es la noche del Santísimo Cristo de la Expiración “El
Cachorro”. Pero en esta ocasión fue un tiempo compartido.
Como
saben, la Cofradía del Santo Sepulcro no pudo realizar el traslado de su imagen
de clavarios en su día a causa de la lluvia; así que decidieron retrasarla
hasta ayer. Y puestos de acuerdo con la otra asociación, convinieron en
celebrar ambas procesiones el mismo día y a la misma hora. Dado que salían
desde lugares muy próximos, les prometo que me temí alguna rareza, valga el
eufemismo. Pero no; salvo que no fue puntual la salida de ninguna de las dos
cofradías, es de agradecer la formalidad de los desfiles.
Comenzó
El Sepulcro con su orden acostumbrado. Me llamó la atención que en el primer
grupo de timbales, los clásicos de toda la vida, alguno sonaba destemplado, no
sé si adrede, después de oir las explicaciones de D. Joaquín Núñez sobre el
significado de estos tambores o, simplemente, porque no los templaron bien. En
este punto, le oímos decir a mi querido amigo Ximo Núñez que el toque de
timbal, al acompañar a un ajusticiado, debería ser así, es decir, destemplado,
como ocurría cuando se conducía a un reo a su ejecución, co ntra la costumbre
nuestra de hacerlos sonar en toda su potencia. Sin embargo, tengo que decirles
que, aun siendo muy cierta esa consideración, yo no pensé nunca que en el caso
del Santo Sepulcro la idea fuera la de tal acompañamiento, más propio de un
tambor del tipo ordinario o convencional, que se toca rítmica y
acompasadamente, marcando el paso, que de unos elementos tan peculiares como
estos sobre los que golpean mazas de dos, tres y hasta cuatro timbaleros. Es
perfectamente compatible aquella idea con la interpretación de que el
estruendoso toque del timbal, tanto en “els
recaos” como en la procesión, quería
rememorar el trágico y escatológico momento de la tiniebla (Velum templi scisum es…: Lucas 23, 44;
Marcos 15, 33; y Mateo 27, 51: La tierra tembló, las rocas se resquebrajaron,
las tumbs se abrieron…”
Buena
asistencia de acompañantes, aunque no fue extraordinaria; y, por lo demás,
señalar la participación de cuatro agentes de la Guardia Civil en custodia de
la imagen, recuperando la costumbre de antaño, y la asistencia de los
representantes de la Hermandad de Cofradías con vesta, a petición de la Junta
del Santo Sepulcro, como deferencia a la celebración de los setenta y cinco
años de su reincorporación a la Semana Santa.
La
marcha procesional “Cristo del Cachorro”, interpretada por la banda de la Música Nova, que cerraba el cortejo, dio
paso a los pocos minutos a esa nutridísima banda de cornetas y tambores de “El
Cachorro”, interpretando “El pescador”, que abría paso a un también numeroso
acompañamiento, tanto de fieles de particular como de cofrades y portadores. La
presidencia protocolaria de la Cofradía y de la Hermandad, y la banda de música
de Banyeres, interpretando…, cómo no, “Cristo del Cachorro” del músico setabense
Rafael Sanz Mayor.
No
seguí el itinerario que recorrieron una cofradía de la otra en pos, hasta
llegar a un punto en que cada cual retomó el suyo preestablecido.
En
fin, noche serena de otro Jueves de Pasión con actos rituales para mantener una
tradición local inveterada, tal vez revisable, pero que, en verdad, transcurrió
muy dignamente.
Esta
noche, de nuevo doblete: Camilla y Dolorosa. Ya les contaré. Saludos cordiales,
M. MIRA
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