SÁBADO DE PASIÓN y DOMINGO DE RAMOS
I
Redoblan los tambores…
Hacía años que, por una u otra causa, no me acercaba a
la Pl. del Mercat a la hora de la tamborada. La verdad es que no cabía ni una
aguja. Hoy tenemos en Xàtiva ya unas cuantas cofradías con banda de tambores
propia y otra que la está preparando
(más abajo saldrá a colación). Si se trataba de demostrar que tanta percusión
puede sonar a tempo y rítmicamente, en algunos
momentos lo consiguieron; si se trataba de demostrar que se puede
conseguir un estruendo ensordecedor, también.
El Señor de la Columna
Esperé la procesión en “els quatre cantons” y me sorprendió no
escuchar aquella magnífica banda de trompetas, gaitas y tambores de otros años;
antes al contrario, precedía el desfile una banda exclusivamente de tambores
sin señas de identidad, con altos decibelios de potencia. No entenderé nunca
por qué hay que tocar como si el objetico último fuera romper los parches. En
otro lugar del recorrido, un amable arreglador
me informó de que se trataba de algunos chavales que se estaban preparando por
iniciativa de la cofradía y, de refuerzo, actuaban miembros de la del Ecce
Homo. Por lo demás, no podemos negar la disciplina y rigor en el desfile de
penitentes con cruces, cadenas o sin ellas, cuyo número me pareció mayor al de
otros años. Llevó esta procesión un buen acompañamiento de invitados sin vesta,
y cerró la comitiva la banda de la
Música Nova.
II
Domingo de Ramos
LA MAÑANA
Me dicen que en la Plaza de la Seo, a
la hora de salir la procesión no había mucha gente; pues digo yo que se
incorporaría a partir de la Font del Lleo,
y me explico: por razones que no vienen al caso, esperé para incorporarme frente
al Passatge de l’Hostal del Lleó y les aseguro que cuando la banda de tambores
que abría marcha llegó a la Plaza de la Balsa, la imagen de la Burreta no había asomado por el Ayuntamiento. Extraordinaria
la participación de gente con palmas y olivos; muy buena la de cofrades con vesta.
Uh tanto lentos los portadores de la imagen, si se quiere, pero ello redunda en
beneficio de que no se produzcan cortes. Pienso que ya lo he dicho otras veces:
echo de menos el canto del Pueri
hebreorum o del Lauda Jerusalem… Ya
he comentado más arriba el éxito de la percusión; y, en este caso, participan
dos bandas: La de Rytmus y la propia y jovencísima de la cofradía. Puede que
sea una forma de allegar partícipes; puede –y así es, de hecho- que nos haga
gracia y nos arranque una sonrisa ver algunos pequeñajos cargados con su tambor
e intentando coger ritmo y paso. Pero lo que no acabo de admitir que el toque
del tambor ¡se parezca más a un cortejo de alguien conducido hacia el cadalso
que al Rey de los Judías en su Entrada en Jerusalem!
Y vuelvo a pensar en aquel “pueri
hebreorum, portantes ramos olivarum, obviaverunt Dominus, clmantes et dicentes:
hosanna filio David… ¿Nostalgia o asincronía?
Apoteósica la entrada a la Colegiata.
Alguien que aprecio y estoy seguro de
que lee este blog (me consta), me comentó si no sería ésta la procesión en que
la Hermandad de Cofradías debiera asistir cada representante con su vesta. Le
dije que nuestro recordado y querido D. Manuel Soler ya expuso a la Rectora que
a esta procesión deberían asistir todas las cofradías con sus vestas y dado que
no se consiguió conformidad, porque la costumbre era participar así en El Entierro el Viernes Santo por la mañana, podría expresarse de algún modo
esa participación mediante los pendones de cada asociación; y así se viene
haciendo desde entonces.
LA TARDE
De dos años a esta parte, la tarde del
Domingo de Ramos viene cargada de actos: La Pasión, en el Gran Teatro; el
traslado del Cristo de la Palma; y el concierto del Cor Polifònic.
No había más remedio que priorizar. La
Pasión en versión del Teatre de La Lluna ya hemos tenido ocasión de disfrutarla
dos veces y me motivó más el asistir al concierto coral en San Pedro, porque
era más propicio para el sosiego espiritual escuchar el coro donde mi esposa ha
sido cantante prácticamente desde su fundación, que el participar en otra procesión,
cuando lo hice por la mañana y tenía que hacerlo por la noche; y Jesús es el
mismo. Preferí, pues, la intimidad de la iglesia (presidía también el
Crucificado) y acerté.
La Misa Stela Maris, de Peter Griesbacher
abrió la actuación, siguiendo dos interpretaciones a piano de obras de Fauré, a cargo de Davinia López. En
una segunda parte muy trabajada, que francamente me ayudó a situarme
anímicamente donde –como les he dicho. Esperaba, el “Ubi caritas” me sobrecogió;
y, al final, el Stabat Mater, de Josef Gabriel Rhreingerger, magníficamente cantado
por este grupo coral que no estimamos como merece, rubricó un excelente
concierto, dirigido por Francisco Tortosa.
Para la envergadura del programa y el
esfuerzo del coro, la asistencia de público fue solamente discreta.
Nada puedo decirles del traslado con antorchas.
Me dicen que estuvo muy concurrido.
¿No sería posible evitar este cúmulo de
actos simultáneos? Aquél ya dijo lo de “hay
gente pa tóo…! Pero…, según y dónde.
LA NOCHE
No voy a referirme a la procesión de
traslado de la imagen de clavario de Jesús Nazareno, El comentario sobre nuestros
actos voy a dejarlo para hacerlo conjuntamente, con perspectiva.
Y esta noche, La Santa Cena. Espero
poder contársela mañana.
Con mi afecto, Miguel Mira.
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