EN LA VÍA DOLOROSA
Como cada Miércoles de Dolor, desde que yo recuerdo, la
Hermandad de Cofradías organiza un Vía-Crucis público. Este año se celebró
ayer, día 9 de Abril de 2.014. Me pareció detectar mayor presencia de fieles
que en otras ocasiones y transcurrió con mucha atención a las reflexiones
leídas en cada estación y la subsiguiente oración, en este caso, todas ellas
leídas por el Sr. Cura Párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced y
Santa Tecla, D. Juan Aguilar. Presidía el Sr. Abad. Se rezó también el Santo
Rosario durante el recorrido.
Previamente, como de costumbre, la Cofradía de la Purísima Sangre y Nuestra Señora de la Soledad
había preparado su antigua imagen titular: el Cristo de la Palma (aunque en
este acto no la lleva), que trasladó hasta la Iglesia de San Francisco desde el
domicilio del clavario actuante, D. Luís Aparicio, al que fue reintegrado a la
finalización del ejercicio del Vía Crucis.
Como particularidades que nos afectaron, en concreto, yo
resaltaría una que me parece de obligada recordación: Da. María Teresa Pérez
Segrelles no estuvo ya en este Vía Crucis. Fue durante algunos años portavoz
de la Comisión correspondiente de la
Hermandad de Cofradías, cometido que desarrolló siempre con ese tesón y entrega
que ponía en cuantos encargos recibió, si eran para bien de la espiritualidad y
como servicio a la Iglesia. Ya la recordamos desde este blog (26-10-2013) cuando la llamó el Señor a su lado; pero hoy me parece que es de justicia volver a
hacerlo.
Tere:
sigues en nuestro recuerdo y en nuestras oraciones. Tennos presentes ante el
Padre, junto al cual estás, sin duda alguna.
Con todo mi
afecto, Miguel Mira
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