LA SANTA CENA
En el palacio de los Señores de Diego
Allí se guardó en 2008, con motivo de la restauración
de la techumbre del templo parroquial.
En el palacio de los Señores de Diego
Allí se guardó en 2008, con motivo de la restauración
de la techumbre del templo parroquial.
Y ahora...
...cumple cincuenta años de la adquisición de esta imagen y, de hecho, esta hermandad en su actualización,
puesto que ya en el Siglo XIX se le daba culto a un paso de Semana Santa con
esta devoción en la propia Iglesia de los Santos Juanes. Aquel conjunto estaba
formado por imágenes de vestir y, como tantos otros, fue destruido durante la
Guerra Civil. Algo de esto nos cuenta la revista publicada por la cofradía con
motivo de sus bodas de oro, que nos repartió anoche, después de la mal llamada procesión de traslado, una vez cubierto el largo itinerario trazado por la parte alta del
barrio de Les Barreres para bajar después hacia el centro y volver por Diputado Villaueva a encontrar el camino de regreso. Allí, en esta publicación, se recuerda la iniciativa como del reverendo D.
José Alcántara, seguida después por quien también fuera párroco de la propia
iglesia, D. Vicente Llopis, que concelebró la Santa Misa previa a la procesión
y acompañó al actual rector D. Raul Jiménez en la presidencia. También se hace
memoria de la implicación de las Señoras Fagalde de Selgas (les senyoretes del Palasiet) y su patrocinio del
proyecto, y se recuerda a los pioneros de esta hermosa aventura. Con todo y con eso, también es verdad que hasta hace pocos meses
estábamos, como digo al principio, ante una asociación de facto;
pero hoy esta Hermandad ya goza de estatutos aprobados por el Arzobispado y acredita
su erección canónica, lo que habilita totalmente su presencia como entidad de
pleno derecho en la parroquia y en los ámbitos civil y religioso, sin más
limitaciones que las que impone la ley.
La referencia al desfile procesional ha de ser para
constatar una muy buena asistencia de fieles, con la participación de los niños
y niñas de la catequesis y de Juniors Llum y Sal de la parroquia de los Santos
Juanes con sus catequistas y educadores. Aceptable, pero no demasiado significativa, presencia
de vestas y, por supuesto, presidencia de la Hermandad de Cofradías. La joven banda de tambores abría marcha. De la
música no hablemos. Sigo un tanto perplejo por la respuesta que, en general,
han suscitado los traslados; pero saben que procuro constatar fielmente lo que
veo y ha sido así. Esa pequeña (o grande) chispa de fe… ¿la aventaremos
adecuadamente…?
De lo que sí que me place hacer mención es de la
presencia de público en la calle. En una vuelta como la de ayer o similar,
recuerdo otras veces haber deambulado prácticamente en solitario; sin embargo,
tanto durante la subida hacia el Camí de La Bola como durante su largo recorrido,
nos encontramos con pequeños grupos de gente de trecho en trecho, con balcones
abiertos y curiosos en algunas ventanas; y al llegar a Orilla del Muro para
entrar en Españoleto la expectación ya fue de cierta entidad, aumentó en la Pl.
de la Bassa y, al final, en la embocadura hacia Els Hostals, esperaba un
numeroso grupo de personas. Después, ya hasta la parroquia, casi nadie.
Al entrar en la iglesia, el Señor Cura rezó un Pater
Noster y dio gracias, exhortando a vivir la Semana Santa con la intensidad
religiosa que requiere.
Hoy martes, veremos, si Dios quiere, procesionar las
imágenes del Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Esperanza.
Agradecido por la atención que me prestan, intentaré
seguir en la brecha. Saludos cordiales, Miguel Mira
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