dijous, 17 de desembre del 2020

UNA ANÉCDOTA CON MOTIVOS NAVIDEÑOS

         RARA AVIS

        Cuando me canso de leer o de escribir, cuando  los noticiarios me causan hastío del monocorde y universal tema cuyo nombre hasta me da grima nombrar, me busco en la tele una de buenos y malos, de policías y ladrones, que, al final, algunas veces acaba siendo como una nana…, y me duermo. Pero hace un par de días me llevé una sorpresa que quiero compartir.

            Sabemos que en estas semanas el tema que priva es la Navidad; en cualquier programa nos bombardean con todo tipo de anuncios, con todo tipo de comentarios, ya sea de tipo social, ya sea de tipo comercial, ya sea de las restricciones que vamos a sufrir en las reuniones familiares; pero una de las noticias de las que no se suele hablar, salvo en las emisoras de corte religioso, es de La Noticia, así, con mayúsculas. Nosotros, con la Virgen, estamos a la espera. Jesús está cerca…

            Pues bien, voy a la sorpresa. Como digo, hace un par de días, le di al mando y sintonicé una emisora de TV que solo da series y, entre ellas, The Closer. 

                                                                     



La protagoniza una sub jefa de policía, “Brenda Jhonson”, que pilota un equipo de inspectores que se ocupa de grandes crímenes, y no falla. Resuelve todos los casos. Por lo que trasciende en alguna escena casera, parece que ella y su familia son católicos. Durante el capítulo de ese día, resultó que a los padres de Brenda, dos ancianos encantadores, que pasan unos día con su hija en la caravana con la que viajan, para celebrar la Navidad, sufren un disgusto, porque alguien a sustraído de dicho vehículo algunas cosas imprescindibles, como un pc portátil y el micro ondas, produciéndose graciosas escenas y lamentos lógicos, cuando ese día era Noche Buena. Les diré lo que me llamó la atención y me sorprendió: el padre de Brenda  zanjó la cuestión y con una expresión bondadosa y con toda la ternura de su corazón, animó a su esposa y a sus hijos, con ojos luminosos y encendida sonrisa, diciendo: “no os preocupéis, al fin y al cabo, hoy lo único que debe importarnos es ese bebé que nace esta noche por nosotros y que cambió el curso de la historia…”

            Es de agradecer, pienso, que en una serie de televisión, sin trascendencia ideológica aparente, trivial y, a veces, violenta, aunque siempre ganen los buenos, algún guionista se acuerde de recordarnos que en Navidad solo Dios es lo que importa…

            ¡¡Bon Nadal!!

            Vuestro, Miguel Mira