dilluns, 29 de març del 2010

DOMINGO DE RAMOS

28 de Marzo de 2.010, Domingo de Ramos.

I.- A las siete de la tarde, en la Iglesia de San Pedro, se celebró el concierto de música sacra ofrecido por el Cor Polifónic Ciutat de Xàtiva y la elección la tuve fácil. ¡Y qué concierto! Para comenzar, dos piezas breves: Tu Trinitas Unitas y el Ave María, como el conjunto del programa, de Antonin Dvorak. Al piano, Davinia López, magistral. El director titular, Francisco Tortosa, muy atrevido en la elección del repertorio, acertó de lleno. La introducción ya fue un verdadero deleite; el Ave María, cantada sólo por las voces femeninas, envueltos por un entorno jamás mejor elegido, ya nos elevó a una cota de serenidad espiritual y fijación de los sentidos en la belleza de la oración, que prepararon al auditorio para el plato fuerte: la Misa en Do Mayor, Opus 86, escrita por el ya citado autor en 1.887. De ahí al cielo. Tanto en los pasajes de delicada sonoridad en pianos exquisitos como en los forte hasta el éxtasis, el coro nos transportó a estancias anímicas jamás vividas. El Gloria nos emocionó hasta el extremo; y el deseo de seguir cada compás, in crescendo, hasta un Agnus Dei insuperable para rubricar un concierto de antología. Podéis decirme que soy partidista y tildarme de exagerado. Nadie de los presentes en el concierto lo apreciaría así, porque de estos entran pocos en la docena. Muy buena asistencia (faltó la representación municipal). Agradecimientos de rigor y un aplauso ensordecedor, rubricaron una maravillosa tarde de música sacra.

II.- Poco después de las diez y media de la noche, según es ya tradicional, nuestra Hermandad de Portadores celebró, celebramos, el traslado de la imagen de clavarios solemnemente hasta el domicilio de nuestro hermano portador D. Manuel Vinaches, saliendo del domicilio de D. Adelino Pardillos.
Si hemos de destacar alguna cuestión en particular, diremos que no hubo nada especialmente sobresaliente, porque el desarrollo del acto estuvo dentro de la normalidad y según lo previsto. Hubo una notable asistencia de acompañantes; una aceptable asistencia de nazarenos, pero vimos durante el recorrido poca gente expectante.
Para que nadie me tilde de exigente, ya que la obligación de los portadores es llevar la imagen perfectamente, diré que sí, que los portadores cumplieron su cometido muy bien y fielmente, con muy pocas detenciones y al paso que marcaba La Nova que turnaba este año.
Respecto a la música, reseñar que la banda actuante interpretó al menos tres marchas (de las que se apercibiera quien esto escribe) de autores locales.
Una nota al margen: los portadores seguimos desfilando sin mantener distancias; de vez en cuando, no podemos reprimir la “charleta” y pregunto: ¿no será posible que nos acostumbremos a respetar las más simples normas de un ordenado desfile? Dicho sea, por supuesto, sin más ánimo que tratar de conseguir la mayor y mejor disposición de todos a perfeccionar nuestras actuaciones.
M. Mira