dimarts, 6 d’agost del 2019

CINCO DE AGOSTO


VIRGEN SANTA DE LA SEO

            Como es mi costumbre, asistí el día 4 al Rosario solemne a nuestra Patrona. Si bien la eucaristía que le precedió estuvo muy concurrida, a la hora del Rosario mengua un tanto esa concurrencia, quedando, poco más o menos, a la que viene siendo habitual desde hace años. Puede que sea causa del calor o del horario. La verdad es que se acaba tarde. Estuve también en el concierto que ofreció la banda de la Primitiva Setabense, pero no me pude quedar a la dansà.
            En la fiesta de la Patrona, mientras me ha sido posible, he procurador asistir a la Misa Mayor; y este año me he alegrado por ver la Seo llena (muy pocos huecos, muy pocos), por ver el buen número de sacerdotes concelebrantes, dos de ellos jovencísimos: Juan y Pablo; y por ser el Obispo D. Enrique Benavent el celebrante que presidió el oficio.
            Me alegré de poder escuchar a ese esforzado coro, conjunción de cantantes de las cinco parroquias, acompañado del conjunto instrumental formado por músicos de La Vella. Me gustó. Incluso al final de la Misa, en el majestuoso y expresivo canto que también se interpretó a la entrada, reforzado con metales y percusión, mereció el aplauso de los concurrentes. Bien por Paco Roca, bien por Paco Perales, bien por los coralistas. Todo es perfectible; pero hemos ganado unos cuantos puntos desde hace dos años hacia acá. La solista, Cristina, que ya viene siendo habitual en estas fechas, mejoró sensiblemente la estrofa del difícil himno de Ramírez. Bien por Cristina.
            El obispo celebrante fue muy llano y muy claro en su hmilía; quizás un poco reiterativo, en su insistencia al recordarnos que la historia de Xàtiva va ligada indefectiblemente a la historia de la devoción de los setabenses a la Virgen. No faltó lla exhortación a que nos mantengamos firmes en nuestra fe, que venimos obligados a transmitir a quienes nos sucedan.
            De la procesión de la tarde no voy a hacer comentarios. Sólo esta reflexión, con manifiesto enfado, que le he oído esta mañana a un querido amigo sacerdote: Açò te que cambiar!  Es precís, te que cambiar!!
 Con mi afecto, Miguel Mira