D. Juan falleció el día de St. Feliu y en fecha tan próxima a la fiesta de la Mare de Deu de la Sèu, que ,e surge la duda al ordenar los temas de la entrada, no sabiendo qué sería más idóneo; pero, pensándolo bien, he optado por el orden cronológico, convencido finalmente de que nuestra Madre María no nos va a reprochar que iniciemos estas líneas dedicándolas a recordar un hecho que nos conmovió el pasado primero de agosto.
IN MEMORIAM
Ayer, 1º de agosto de 2025, a primeras horas de la tarde me llegó la noticia del fallecimiento de nuestro estimado amigo y sacerdote Rvdo. padre D. Juan Aguilar Fernández.
D. Raul Jiménez, párroco de Los Santos Juanes y de Nuestra Señora de la Merced, lanzó a la red un mensaje conteniendo un resumen de su vida sacerdotal, lo que es de agradecer.
Como pienso que D. Juan merece que le recordemos en este modesto espacio, me permito reproducir aquel mensaje, aunque no me privaré de intercalar introduciré alguna glosa, si viene al caso, en especial referida al período de su ministerio como vicario parroquial de la Colegiata.
Este es el mensaje:
“D. Juan Aguilar Fernández, de 79 años de edad y natural de Cabra del Santísimo Cristo (Jaén), ha sido llamado hoy, 1 de agosto de 2025, por el Padre a su Casa Celestial.
Fue ordenado sacerdote el 11 de julio de 1971 en Jaén, siendo incardinado ese mismo día en la diócesis de Valencia. (Aquí residían su madre y su hermana, razón de ese traslado de destino, según tengo entendido).
Desde 1975 a 1987 fue vicario parroquial de la Iglesia Colegiata de Santa María de Xàtiva.
(Glosa: le llegada de D. Juan a la Seo fue como una bocanada de aire fresco y una ayuda significativa, en un momento en que en la parroquia era mucha la mies y necesitaba operarios. Me limitaré a reseñar cómo fue él quien promovió y cuidó espiritualmente al Movimiento Junior, de tan grata recordación para mi familia porque mis dos hijos varones se incorporaron a dicho movimiento. Tanto es así que el menor, con siete años, ya asistió al primer campamento, en Agullent, instalado en las inmediaciones del santuario de San Vicente, testigo éste de retiros y convivencias de los movimientos de la Parroquia en aquella época. Añadiré solo como anécdota, en un tiempo de innegable vitalidad del Movimiento Junior, cómo, siendo ya educador el mayor de mis dos hijos varones, mi esposa y yo nos vimos enrolados con aquella tropa como cocineros para prestar nuestro servicio en el campamento de Requena. No me extenderé en el relato de aquella aventura que compartió con nosotros mi hija, porque intento solo dejar testimonio de la excelente labor de D. Juan al frente de más de sesenta junior entre chicos y chicas. Fue alma del desarrollo de las actividades propias del campamento, atento ante cualquier necesidad de los chavales (que las hubo ciertamente curiosas), que exigía empatía, paciencia, humor a veces y, siempre, cariño, proximidad y caridad sincera. Inolvidables aquellas últimas horas del día, al dirigir la oración bajo las estrellas, donde daba ejemplo de cómo hablar con Dios de viva voz y abrir aquellos corazones jóvenes a relacionarse con Jesús y a cultivar la fe al amparo de las estrellas que servían de hermosa compañía antes del posterior sueño reparador y preparatorio de las actividades del siguiente día…
D. Juan nos ayudó incluso cuando fue necesario en aquella improvisada cocina.
Dejo este tema, porque ocuparía unas cuantas páginas, pero debía dejar constancia de aquel talante, de aquel trato ejemplar, servicial y responsable para con todos).
Seguidamente, y hasta 1997, fue párroco de L’Alcudia de Crespins, donde ejerció también de arcipreste del Arciprestazgo 41 “La Costera” entre 1992 y 1997.
(Glosa: en la parroquia, en esos años, habías dos equipos de matrimonios, con el carisma de “Matrimonios Parroquiales”, que, aparte de nuestras reuniones de formación o de amistad, podíamos ser llamados a iniciar en donde nos llamaras este movimiento familiar. No podía faltar la llamada de D. Juan a Miguel y Mari Carmen para pilotar un grupo de matrimonios en su Parroquia de l’Alcudia… ¡y allá que fuimos! Ni qué decir tiene cómo nos recibió el Sr. Cura, y el agradecimiento por nuestra colaboración…)
Posteriormente, fue nombrado párroco de Nuestra Señora de la Merced y Santa Tecla de Xàtiva, donde ejerció su ministerio hasta 2018.
Entre 2012 y hasta principios del presente año 2025, también desarrolló su ministerio como capellán del Hospital Lluis Alcanyís de Xàtiva (donde también dejó un buen recuerdo. En la Misa del entierro, delante de mí había una pareja de médicos).
Desde 2018 ha desarrollado su ministerio sacerdotal como canónigo en la Iglesia Colegiata de Santa María de Xàtiva, hasta el día de hoy.”… “Que Dios le conceda el premio de los buenos servidores.
Ofrezcamos la intención de la santa Misa por nuestro hermano.
In Pacem.”
No nos sorprendió en absoluto que antes de la despedida del duelo, la Colegiata ya contara con dos terceras partes de su aforo ocupadas, para acabar de llenarme a medida que terminaba el pésame. Pocos asientos quedaron libres. Presidió la Misa EL Ilmo. Sr. D. Salvador Giménez, obispo auxiliar emérito de Lleida, en representación de D. Enrique Benavent, arzobispo de Valencia, que se encuentra presidiendo la peregrinación valenciana al Jubileo de los Jóvenes, en Roma. Concelebraron el Sr. Abad, el Cabildo Colegial en pleno y más de veinte sacerdotes, entre los párrocos de la ciudad y de la Vicaría VI. Sonó el órgano como en las solemnidades y cantó un nutrido coro formado por cantantes de las distintas comunidades parroquiales de Xàtiva, como en el Día Grande de la Virgen de la Seo. Al despedir el féretro, éste a hombros de seis compañeros sacerdotes, rezadas las preces de ritual, ante la emoción contenida de quienes le acompañábamos en la oración, la gente no pudo contener su impulso de aquellos sentimientos y rompió en un aplauso, testimonio indiscutible del afecto de quienes fueron sus feligreses en Alcudia y en Xàtiva, sin olvidar los alumnos y profesores el Instituto José de Ribera en donde también ejerció como profesor de Religión, como alumnos y profesores del Colegio Claret del que igualmente fuera varios años Director. Permítanme una última anécdota: en esa época que cito al final, hubo determinado problema que afectó a un agricultor con tierras colindantes al Colegio Claret, y me llamó para que mediara en el asunto. Se resolvió la cuestión amigablemente y, lógicamente, yo no pedí retribución alguna. En vísperas de Navidad de aquel año, me llegó un paquete de manos del dueño el establecimiento “Zarba”, de parte de D. Juan. Contenía un nacimiento de cerámica popular mejicana, que desde entonces preside cada año nuestra sala de estar.
Quiero enfatizar al proponerles esta reflexión que me vino de repente a la cabeza cuando recibí el mensaje de D. Raul, ya que me dio le impresión que estaba ante una especie de currículo, y me dije: naturalmente es de agradecer esta información y, de hecho, quiero publicarla, pero, no obstante, sabemos todos, D. Raul el primero, que en el examen de ingreso a la Casa del Padre a Juan nadie va a pedirle su historial como cura, siendo así que en el examen no se requiere aprobar más que una asignatura sin necesitar la presentación de un currículo, puesto que tan solo seremos examinados en el AMOR. Antes bien, ¿qué le iba a pedir nadie a Juan a la puerta, si El Padre, con su infinita Misericordia, ya le esperaba con los brazos abiertos?
***
Como quiera que me ha llegado el comentario de D. Joaquín Núñez sobre nuestra Patrona, aquí lo transcribo:
Virgen de la Seo, de las Nieves o de la Salud
Todos los años en el mes de Agosto Xàtiva se llena de alegría. El día uno celebramos a nuestro Patrón Sant Feliu mártir; nuestra Ciudad escogió a este mártir por haber sido martirizado en España en la misma persecución que San Vicente Martir, en la última y más cruel, es decir, la de Diocleciano, en la que perecieron la mayoría de los mártires de Hispania.
El día cinco es el gran día de la Virgen que está en el Altar Mayor de la Seo, de ahí su nombre de Mare de Deu de la Seu. En todas las catedrales y colegiatas vemos imágenes de la Virgen, normalmente sentadas, generalmente, o bien “de la Sede” o bien “de la Seo”, conozco varias de ellas.
Pero en la Historia Mariana de Xàtiva, encontramos más advocaciones de las que destacamos a la Virgen de la Salud, querida como patrona y que se honra en la fachada del Hospital, que fundó la cofradía de la Virgen de la Asunción, como obra de Misericordia, cuya imagen preside el dintel de la puerta gótica.
Cuando Jaime I reconquistó Xàtiva, purificó la Mezquita Mayor edificada donde estuvo la antigua Catedral, igual que la Catedral de Valencia. ¿Bajo qué protección de la Virgen puso don Jaime a los cristianos de Xàtiva? Como en todos los territorios reconquistados por él: bajo la protección de la Virgen de la Asunción.
En la imagen gótica de la Virgen de la Seo, encontramos muchos defectos: no fue una imagen primorosa, pues tenía unos ojos grandes y ligeramente bizcos, hecho así desde las pinturas más antiguas en Roma; la mano que sostiene al Niño era también enorme, pero el conjunto resultaba muy misterioso, algo tenia aquella Imagen que cautivó los corazones de Xàtiva. En tiempo de necesidad, nuestros antepasados recurrían a su amparo para recuperar su protección.
El cólera u otras epidemias eran muy frecuentes, la salud pública no se podía mantener, pero el Gran cólera de 1600 amenazaba con terminar con todos sus habitantes. Testigo de esto son los libros de defunción del Archivo de la Colegiata. Xàtiva entera clama a su Madre y la sacan en procesión al grito de “Misericordia Señor!”, pidiendo perdón y pidiendo la salud. Y tal día como un cinco de agosto, entrando en Santa Clara, torció el brazo con la azucena, y desde ese momento el Cólera cedió y los libros de defunciones también.
El evangelio de hoy, en su visita a su prima santa Isabel, la Virgen entona esa acción de gracias y que nosotros entonamos con Ella: “Magnificat anima mea dominum”.
Hoy tenemos otras grandes epidemias: las guerras, las hambres, los desprecios, las drogas, la acepción de personas y, Dios no lo quiera, los odios.
Pidamos a la Virgen de la Seo, nuestra Madre, que nos de la salud a nuestros enfermos, de alma o de cuerpo, sane nuestras enfermedades de codicia, envidia, de vanidad o de ansia de dominio, todo aquello que nos separa de su amado Hijo.
En una mano lleva la Azucena salvadora, en la otra a ese que es nuestro Salvador.
Virgen santa de la Seo, dulce imán del corazón, mira a tus plantas rendidos a los hijos de tu Amor.
Amigos, que así sea. Como siempre, a vuestra disposición, Miguel Mira ón