Con puntualidad británica, comenzó la procesión de traslado del Santísimo Cristo de la Expiración. La calle de la Reina era un hervidero de gente; tiene muchos "fans" esta cofradía. De unos años a esta parte, desde que se introdujo el ya clásico zarandeo de la imagen por sus portadores al son de la marcha Mater Mea (repetida hasta la saciedad), la expectación que suscita es extraordinaria. Francamente, sin quitarle mérito al atlético esfuerzo de los portantes (a veces con perjuicios, como la rotura de uno de los faroles del anda en esta ocasión), es sorprendente -al menos para quien esto escribe- el atractivo que suscita esta procesión. La pregunta es: a) por qué hacen tal demostración de habilidad y fuerza esos cofrades con una imagen sagrada; b) qué es lo que mueve o incita al seguimiento del recorrido por los espectadores. ¿Devoción? ¿Sentimiento? ¿Admiración? ¿Y qué tiene que ver la fe con este espectáculo? Estamos ante un fenómeno sociológico que -aun con la mejor voluntad- desde el punto de vista religioso yo no entiendo. Bien es cierto que ni yo ni nadie estamos autorizados a juzgar las intenciones de cada cual; y espero de Jesús, más que "El Cachorro", "El Zarandeado", que con su infinita bondad sea quien agradezca el esfuerzo de esas buenas gentes, pues El sólo es quien puede mirar en el interior de nuestras almas. Quede aparte esta reflexión, para acabar la crónica de la procesión de turno, constatando el numeroso acompañamiento; un buen número de vestas y un orden aceptable. Me llamó la atención la uniformidad de la banda de cornetas y tambores, ya muy nutrida; quizás un tanto militarizado el atuendo para tratarse de una cofradía. M. Mira.
divendres, 26 de març del 2010
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1 comentari:
En primer lugar mi más sincera enhorabuena,despues de veross en la procesión diocesana de Sagunto mi impresión aun es mayor despues de ver vuestros videos.
Soy un portador de la hermandad de la flagelación de nuestro Señor de Requena y allí es muy típìco los vaivenes de nuestros pasos al son de piezas cómo Meter Mea o la Saeta entre otras. Para nosotros es un mostrar de alegría entre el silencio y el dolor que se muestra en todas y cada una de nuestras procesiones. Es una manera de decir que pese a todo aun sigue vivo nuestro Señor.
Por lo tanto no busques el por que de algo que la gente en general admira y desde luego aprecia por el esfuerzo,por las ganas y sobre todo por que pase lo que pase cada año verán a su Cristo pasar entre bailes y zarandeos.Dios lo quiere.
Os mandamos un saludo desde estas tierras y nos encontraremos el año próximo en Aielo de Malferit.
A proposito de todo darle la enhorabuena a esa estupenda banda de cornetas y tambores que suena cómo los mismisimos angeles.
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