dissabte, 1 d’agost del 2015



HOY ES SANT FÉLIX…


Nos ha salido un día gris, más bien fresquito, en contraste con las infernales temperaturas del mes que dejamos atrás. Subir hasta nuestra antigua catedral a ori misa, para mí, es de rigor y lo venía siendo para un buen número de setabenses…, pero hoy el ambiente estaba tan frío como el clima. El aforo no se completó (aquellos llenazos ya son historia); y por no estar, ni han estado los chavales de juniors con su chiringuito (ya están de campamento), ni ha habido organista, ni coro. Todo tan gris como el día. El desayuno en los aledaños de la iglesia ha quedado vacante. El atrio, silencioso…, añoranza de aquel bullicio, de aquella camaradería…¡Qué más daba el calor o la incomodidad! Para  nuestro Patrón , el acto ha debido quedar decepcionante. ¿Qué  está pasando?    
            Hoy el Señor Abad, único celebrante, ha recordado –como ha venido haciendo cada año, la trascendencia de este lugar sagrado, cuna de la fe cristiana en Xàtiva; y ha recordado el testimonio de aquel diácono, cuyo patrocinio heredamos de aquellos cristianos que fueron capaces de levantar esa maravilla gótica en piedra, que debiera ser algo más que una muda atalaya expectante (ni la campana suena ya) desde la falda del Monte Castillo…
                        Una de las personas que estaba en el banco contiguo, comentaba: a medida que se van a su último destino los habituales, no viene recambio…
            ¿Qué está pasando?
            Clamaba el Abad por tanto acontecimiento reciente y creciente en ocurrencias, y llamaba a al testimonio que nos es exigible, pero ante los signos de los tiempos es preciso gritar:
¡Qué nos pasa!  ¿Qué está pasando…?
              Pensad en ello, por favor…
            Saludos cordiales. M. Mira