dissabte, 3 de març del 2018

SIGUIENDO EL CAMINO



Como decíamos ayer…

          …el miércoles, 28 de Febrero, se celebró la segunda Mira Estacional en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Si hemos de hablar de asistencia, constataremos que hubo algunos huecos. Y como en Santos Juanes, no fue para echar cohetes la presencia de cofrades. Es lo que vi a pesar de mi  mácula.
          Reflexionamos con sosiego reconfortante, conducidos por la cuidada homilía de D. Rafael Vaello, y acompañó la oración eucarística el canto de buenas voces neocatecumenales. Es una pena que no reciban el beneficio innegable de estas íntimas (aunque “masivas”) misas estacionales más personas. Uno piensa que la iglesia que nos acoge cada miércoles debería quedarse pequeña; pero no es así. También fuimos obsequiados con un hermoso separador con la imagen de La Dolorosa.


EL PREGÓN

          Buen trajín el que se montó en El Carmen el jueves, día 1, cuando acudimos algunos a colaborar en la disposición de bancos y remodelación de espacios para que al día siguiente se desarrollara el acto programado cómoda y adecuadamente. Cofrades de La Dolorosa se ocupaban de trasladar la imagen fuera de su ubicación habitual, aproximándola al altar para que pudiera ser vista y venerada con mayor proximidad; el movimiento de bancos y nuestro ir y venir, componer y descomponer el puzzle, causaban el subsiguiente alboroto; y a ello se unió la orquesta de La Nova, que tenía que ensayar y así lo hizo. Tras ese totum revolutun,  al fin, todo quedó dispuesto, a falta de pequeños detalles que se subsanaron ayer, día 2, viernes, día del pregón.
          Permítanme un inciso, porque también ayer, a las seis y media de la tarde, comenzó en St. Francesc el triduo a Nuestro Padre Jesús Nazareno con el ejercicio y la Santa Misa, a la que asistí como otros cofrades y hermanos portadores y una discreta participación de devotos. Y de allí, algunos nos trasladamos al Carmen.
          Puntualmente, dio comienzo el acto, con asistencia del Señor Alcalde y del Concejal de Cultura del Excmo. Ayuntamiento. También quiso unirse a este evento el Señor Vicario Episcopal, D. Melchor Seguí, rector de la parroquia de la que es feligrés, en Ontinyent, el pregonero: D. Juan Vaello Cambra,  quienes, con el Sr. Abad de la Colegiata, D. José Canet, la presidenta de la Hermandad de Cofradías, Da. Eugenia Gandía y el presidente honorario, D. Siro Díez, Síndico de la Purísima Sangre, formaron presidencia. Se hallaban presentes consiliarios, presidentes de las distintas asociaciones hermanadas (no todos), miembros de la Hermandad de Cofradías (no todos) y muy pocos cofrades. Algunos familiares y amigos del pregonero, se  desplazaron desde Ontinyent para asistir a este acto, lo que es de agradecer. D. Rafael Vaello, Cura Párroco de Nuestra Señora del Carmen, hermano del pregonero, se sentó junto a los otros sacerdotes asistentes. Lamentablemente, hubo menos asistencia de la que se esperaba. Tal vez nos equivocamos al programar el acto a las ocho y media de la tarde; no lo sé. La pregunta del millón: ¿qué nos está pasando…? Por ahora, la dejamos sin respuesta, pero tal vez es que algo no estanos haciendo bien.
          Le correspondió a Isabel María Cortés introducir el acto, tarea en la que ya va siendo veterana en buen hacer, quien pasó el testigo a D. Raul Jiménez, Párroco de Loas Santos Juanes, para que presentara al pregonero. D. Raul fue discípulo de D. Juan Vaello en el Colegio Claret, del que éste fue director y sigue impartiendo clases. Son paisanos;  y hemos de testificar que ex abundantia cordis os loquitur…, como lo prueba el que D. Raul compusiera  una hermosa y sentida   “laudatio” más que una presentación al uso. Destacó las cualidades humanas de su paisano y amigo y subrayó  también su reconocido compromiso cristiano e incondicional servicio a la Iglesia. Puso de relieve su sencillez, su afabilidad en el trato  y su vocación por la docencia. Agradeció el Sr. Vaello estas palabras, que dijo ser inmerecidas, porque no se consideraba exento de defectos, y acometió con rigor la tarea que se le había encomendado por la Hermandad de Cofradías y que nos dijo haber aceptado gustosamente.
          Nos propuso con claridad el significado de cada una de las celebraciones litúrgicas, desde la entrada de Jesús en Jerusalén al Triduo Pascual, con la institución de la Eucaristía y el orden sacerdotal durante la Sana Cena el Jueves Santo, los oficios del Viernes Santo, muerto Jesús, la gloriosa  resurrección en la vigilia del sábado y la mañana del domingo. Después de aquel detenido  y expresivo memento, iniciado con el Himno Cuaresmal, fue glosando, según el orden de desfile de nuestras imágenes en la procesión del Santo Entierro, el detalle de la enseñanza que plásticamente transmiten, a la luz del relato evangélico de la Pasión, para terminar invitando a todos a participar activamente en estas próximas celebraciones.
          Fue muy aplaudido D. Juan Vaello, acreedor como lo era del general  pláceme por tan magnífico discurso.
          En una breve intervención, Da. Eugenia Gandía, en su nombre y en el de la Hermandad, felicitó a D. Juan Vaello y animó a los presentes a tomar parte en los actos que hoy se han anunciado, rubricando el acto el Sr, Abad, también con breves y sentidas palabras de agradecimiento e invitación.
          Tras entregarle al pregonero unos obsequios de la Hermandad y un detalle ofrecido por el Excmo. Ayuntamiento, la orquesta de la Sociedad Musical La Nova nos deleitó con un breve concierto, en el que Bach y Grieg dieron paso a las versiones para orquesta de cuerda de las marchas procesionales Solemnidad y -cómo no- Mater Mea, para acabar con un bis muy aplaudido como el conjunto de las interpretaciones.
          La verdad es que se nos hizo muy tarde, lo que digo, no porque me molestara a mí personalmente, sino porque algunas personas tuvieron que marcharse antes de finalizar el concierto y, como ya he referido antes, se habrá de reconsiderar en lo sucesivo el horario.
          Acabado el acto, como ya es costumbre, nos reunimos en una concurrida cena, en la que la Hermandad quiso agasajar a sus invitados y en la que la mayoría de cofradías estuvieron representadas.
          Vuestro, Miguel Mira.