divendres, 20 de març del 2020

CON TODA EL ALMA. MIGUEL MIRA


 Mare de Deu, misericordia!!

         A ese clamor del pueblo setabense respondió Nuestra Madre de la Seo en 1.600, librando a nuestros antepasados de la peste. Cuatrocientos años después, no hemos podido salir a la calle en rogativa; hoy día sería impensable por los riesgos de los que la ciencia médica nos alerta y la autoridad civil nos alarma. Pero eso no nos impide que cada cual desde casa, desde nuestra reclusión o confinamiento, gritar el Mare de Deu, misericordia”.


         Como dice la oración “Bajo tu amparo…”, jamás se ha oído decir que quien acude a su protección haya sido abandonado por Ella.
         Pienso que podríamos convenir en que, desde nuestro común confinamiento, a una hora determinada, invocáramos la protección de la Virgen todos los portadores/as de Nuestro Padre Jesús Nazareno, rezando la siguiente oración:

         Virgen Santa de la Seo, Madre de Dios y Madre nuestra. Tú que moviendo tu santa mano y el hermoso lirio de tu pureza  nos libraste en otro tiempo de aquella peste mortífera, acudimos a Ti suplicantes.
         A una voz, clamamos de nuevo: Madre de Dios, ¡¡misericordia!!
         A Ti, que eres salud de los enfermos y consuelo de los afligidos,  clamamos de nuevo, seguros de que has de interceder ante tu santísimo Hijo, para que nos libre de este mal sobrevenido.
         Concédenos entereza, paciencia, fortaleza de espíritu y coraje para mantenernos firmes en la fe, en la esperanza y en el amor.
         No nos desampares en este trance.
         Mare de Deu, MISERICORDIA!!

-La fotografia ha sido cedida por Juanvi Martí Arquimbau