V MISA ESTACIONAL - VIA CRUCIS
Estimados amigos: Esta Semana de Pasión ya nos empuja con fuerza hacia la Gran Fiesta de la Pascua, preparando el camino, primero, del recogimiento y la Memoria de la que nos hablará nuestro colaborador D. Joaquín Núñez y en la que hay algunos actos que reseñar, como tenemos costumbre. Otra, en la que será la Gloria de la victoria de la Vida frente a la muerte con la alegría de la Resurrección.
Después de los tres Traslados de los que ya se habló aquí, no puedo reseñar ni el de Las Cruces de los penitentes de La Flagelación ni de la Procesión Silenciosa, porque no asistí, la verdad, aunque mis noticias son de normalidad en su celebración. Sí que quiero destacar con énfasis los dos actos a los que asistimos ayer, miércoles, aparte de compartir la noticia recibida hoy por medio del comunicado oficial de la declaración de nuestra Semana Santa como de Interés Turístico de la Comunidad Valenciana.
No me detendré en esta última noticia, porque entiendo que no afecta para nada al espíritu religioso y la expresividad de nuestra fe ni va a influir en la insistente llamada a la conversión durante esta Cuaresma que concluye.
EN LA SEO
Dicho esto, la Quinta M isa Estacional fue ejemplo del interés de muchos fieles en estas eucaristías. Ya se demostró en la asistencia a las cuatro misas de los cuatro miércoles anteriores; pero ustedes saben como yo, que no es fácil llenar la Colegiata y ayer tuvimos el gozo de comprobar, según mis cálculos, una respuesta que dejó muy poco espacio disponible en La Sèu.En cuanto a la celebración, bien preparada y con la solemnidad habitual, fue animada por el coro parroquial, acompañado por el órgano, y concelebrada como cada miércoles, esta vez, claro está, presidiendo el Sr. Abad, en cuya homilía nos hizo reflexionar sobre la impresionante actitud de aquellos tres jóvenes que como relata la profecía de Daniel, fueron arrojados al fuego de un horno siete veces mayor de lo usual por no renegar de su fe, y el evangelio de San Juan, valorando la importancia de la fe en Cristo que nos convierte en sus discípulos.
Terminó la celebración con el canto del himno a la Virgen de la Seo.
VIA CRUCIS
Prácticamente, sin solución de continuidad, a las diez y media comenzó el solemne Vía Crucis público, presidido por el Santísimo Cristo de la Palma y dirigido por el Sr. Abad. A destacar, esta vez también, la significativa participación de fieles y, en particular, la reestructuración del itinerario, el respeto observado entre estaciones (aunque no exento de innecesarios cuchicheos) y la especial animación por el excelente coro de Los Santos Juanes, con cánticos ininterrumpidos, apropiados a la celebración,
solo interrumpidos al meditarse cada una de las estaciones. El texto elegido para cada estación fue breve y comprendía un pensamiento inicial sobre el pasaje pasional de Cristo y tres invocaciones concretas, precisas y hermosas, a Jesús Maestro, a Jesús Hermano y a Jesús Señor con la súplica pertinente.
Muy apropiado el acompañamiento de los representantes de la Hermandad de Cofradías, portando cada cual una original luminaria, precediendo a la imagen de Cristo. Al final, en el interior ya de la Iglesia de San Francisco, se rezó la última estación y tras unas palabras de D. Camilo y el canto de despedida, el Santísimo Cristo de la Palma cuya rodilla pude besar, regresó a la casa del clavario.
Enhorabuena. Este ha sido el testimonio de un acto penitencial que seguro agradó al buen Jesús Maestro, Hermano y Señor.
Es de alabar el buen trabajo realizado por la Comisión de Pregón de la Hermandad, de la mano, con la experiencia y pericia de nuestro Abad
Ya es DOMINGO DE RAMOS
No incluimos el texto del Passio por su extensión. Procurad vosotros buscar el pasaje señalado en la biblia o la versión corta en el misal.
Comentario a la Pasión según San Lucas ciclo C.
Lucas 22, 14-23, 56, Por D. Joaquín Núñez
Antes de nada, hemos de quitar de nuestra mente la visión de los cuatro relatos de la Pasión como un solo compendio del sufrimiento de Cristo. Los Evangelistas nos ofrecen una historia real y se empeñan en subrayar lo más importante: es la voluntad del Padre, mostrar a la humanidad una historia de amor. La voluntad del Padre es mostrar al hombre nuevo su camino de salvador-salvado. El Hijo nos hace hijos enseñándonos a cumplir la voluntad del Padre.
Todos quienes han sido maestros han reunido a quienes les siguen. Jesús los (nos) ha convocados a una cena, la Cena Pascual, centro de la liturgia judía, acción de gracias por haber sido salvados de la muerte en Egipto. Pero esta cena introduce una nueva visión para la salvación; es en la Pasión de Lucas donde se patentiza cómo el Señor se dona totalmente: “He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros”, con una emoción y manifestación sublime de su amor: la entrega total: “Este es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía”, “Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros”. Quizás no hemos hecho en el tiempo suficiente hincapié mediante liturgias cerradas, en la Memoria; aparentemente es esta una matera que queda como para la exclusiva contemplación de los sacerdotes. Pero el hacer memoria es la sal y pimienta del cristiano, se hace a todas horas, es la vida de la Iglesia en la vida del cristiano. Hacer Memoria de la Memoria es saber que se es tan amado por Jesús que es motivo de inmensa alegría.
Hay un personaje despreciable a quien Jesús ni mira, sin tan siquiera contestarle; a todos ha dado respuesta o los ha interrogado, pero a Herodes nada. ¿Qué quiere y espera Herodes de Jesús?, ¿Que sea un adivino?, ¿Alguien que sea oráculo para sus planes?, ¿Que haga milagros a su favor?..., pero Jesús ni mirarlo. Me hace pensar en tantos cristianos que esperan favores, que no recibirán lo que esperan de un dios inventado por ellos. Quieren un dios justiciero, según su concepto de un dios vengativo. Son también, tristemente, parte de la Pasión de Jesús. Nuestras comunidades están llenas de este tipo de personajes, sin que se les corrija su autoengaño.
Concluimos con un matiz importante haciendo Memoria de la vida de Jesús: Siempre los pobres fueros quienes le acompañan hasta la Cruz. Naciendo, (en el Evangelio de Lucas) son los pastores, gente despreciable y temible de quien nadie se podía fiar, quienes le acompañan y lo anuncian. Son los pobres, ciegos, cojos, leprosos, que la sociedad despreciaba, nadie que podía enriquecerlo; son los mismos a los que hoy desprecia la gente bien. En la Iglesia, San Pablo ya se quejaba: los pobres sentados con el culo en el frío suelo y los ricos en una poltrona para mover su voluntad y así conceder sus favores.
Hemos oído cómo San Lucas nos describe un final de un Jesús lleno de misericordia y bondad: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”. Otra vez entre dos miserables, uno lo insulta, el otro razona y lo defiende: “Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”, “Te lo aseguro, hoy estarás conmigo en el Paraíso”. De todo esto haremos Memoria mientras caminamos junto a Jesús que es Amor, y que hace hombres y los hace para enseñarlos a ser hijos del Padre.
***
Y ASÍ IREMOS ADELANTE. Saludos, M. Mira
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada