divendres, 27 de març del 2015

UNA CRÓNICA RETROSPECTIVA Y LE SIGUE LA NOCHE DEL JUEVES



UNA CRÓNICA RETROSPECTIVA

Y LE SIGUE LA NOCHE DEL JUEVES



Domingo 22 de Marzo de 2015.

La Congregación del Stmo. Ecce Homo traslada su imagen de clavario.

Un año mas,  una vez finalizado el solemne Novenario al Santísimo Ecce Homo, se procedió al traslado de la Imagen de Clavarios para depositarla en el domicilio de Don Francisco López Descals.

Las lluvias, que empezaron a acompañarnos desde el quinto día de novena, dieron lugar a los más diversos comentarios y especulaciones acerca de la conveniencia de aplazar esta procesión. La Junta acordó que la decisión final se tomaría momentos antes de la hora señalada para su inicio. Dado que los diversos servicios meteorológicos daban una tregua entre las 19 y las 23 horas, como así fue,  y no llovió, se resolvió celebrar la procesión; pero, por decirlo de alguna manera, a un servidor le supo a poco. Ambiente frio, poca gente viendo pasar el cortejo, pocos congregantes con vesta (un buen número de éstos asistieron de particular) y participaron muchos menos fieles acompañantes de lo habitual. Hubo nervios al portar las andas desde La  Merced hasta la casa del clavario, por los pocos que allí acudieron, optándose por colocarlas sobre el carro y así se llegó al punto de salida de la procesión. Afortunadamente, antes de comenzar, al comprobar que había suficientes portadores, aunque sin relevo, se decidió portar la imagen a hombros. Por las características del trazado de la procesión creo que hubiera sido difícil conducir las andas con el carro pues hubo que superar los innumerables cables que cruzan nuestras calles, que obligan a bajar y subir las andas a brazos de los portadores en demasiadas ocasiones.

Como he señalado anteriormente, el ambiente fue frio y, ante la preocupación por no tentar la suerte y evitar llegar más tarde de las once al domicilio del clavario, la procesión careció, desde mi humilde opinión, de la solemnidad y calma que se requiere. Sobresaliente el acompañamiento musical, esta vez a cargo de la banda de la Música Nova de la ciudad; y la misma nota para el arreglo floral dé las andas.

Francisco Perales



JUEVES DE PASIÓN

         Desde ya hace muchos años, es la noche del Santísimo Cristo de la Expiración “El Cachorro”. Pero en esta ocasión fue un tiempo compartido.

         Como saben, la Cofradía del Santo Sepulcro no pudo realizar el traslado de su imagen de clavarios en su día a causa de la lluvia; así que decidieron retrasarla hasta ayer. Y puestos de acuerdo con la otra asociación, convinieron en celebrar ambas procesiones el mismo día y a la misma hora. Dado que salían desde lugares muy próximos, les prometo que me temí alguna rareza, valga el eufemismo. Pero no; salvo que no fue puntual la salida de ninguna de las dos cofradías, es de agradecer la formalidad de los desfiles.

         Comenzó El Sepulcro con su orden acostumbrado. Me llamó la atención que en el primer grupo de timbales, los clásicos de toda la vida, alguno sonaba destemplado, no sé si adrede, después de oir las explicaciones de D. Joaquín Núñez sobre el significado de estos tambores o, simplemente, porque no los templaron bien. En este punto, le oímos decir a mi querido amigo Ximo Núñez que el toque de timbal, al acompañar a un ajusticiado, debería ser así, es decir, destemplado, como ocurría cuando se conducía a un reo a su ejecución, co ntra la costumbre nuestra de hacerlos sonar en toda su potencia. Sin embargo, tengo que decirles que, aun siendo muy cierta esa consideración, yo no pensé nunca que en el caso del Santo Sepulcro la idea fuera la de tal acompañamiento, más propio de un tambor del tipo ordinario o convencional, que se toca rítmica y acompasadamente, marcando el paso, que de unos elementos tan peculiares como estos sobre los que golpean mazas de dos, tres y hasta cuatro timbaleros. Es perfectamente compatible aquella idea con la interpretación de que el estruendoso toque del timbal, tanto en “els recaos”  como en la procesión, quería rememorar el trágico y escatológico momento de la tiniebla (Velum templi scisum es…: Lucas 23, 44; Marcos 15, 33; y Mateo 27, 51:  La tierra tembló, las rocas se resquebrajaron, las tumbs se abrieron…”

         Buena asistencia de acompañantes, aunque no fue extraordinaria; y, por lo demás, señalar la participación de cuatro agentes de la Guardia Civil en custodia de la imagen, recuperando la costumbre de antaño, y la asistencia de los representantes de la Hermandad de Cofradías con vesta, a petición de la Junta del Santo Sepulcro, como deferencia a la celebración de los setenta y cinco años de su reincorporación a la Semana Santa.

         La marcha procesional “Cristo del Cachorro”, interpretada por la banda de  la Música Nova, que cerraba el cortejo, dio paso a los pocos minutos a esa nutridísima banda de cornetas y tambores de “El Cachorro”, interpretando “El pescador”, que abría paso a un también numeroso acompañamiento, tanto de fieles de particular como de cofrades y portadores. La presidencia protocolaria de la Cofradía y de la Hermandad, y la banda de música de Banyeres, interpretando…, cómo no, “Cristo del Cachorro” del músico setabense Rafael Sanz Mayor.

         No seguí el itinerario que recorrieron una cofradía de la otra en pos, hasta llegar a un punto en que cada cual retomó el suyo preestablecido.

         En fin, noche serena de otro Jueves de Pasión con actos rituales para mantener una tradición local inveterada, tal vez revisable, pero que, en verdad, transcurrió muy dignamente.

         Esta noche, de nuevo doblete: Camilla y Dolorosa. Ya les contaré. Saludos cordiales, M. MIRA