divendres, 14 de febrer del 2025

LAS BIENAVENTURANZAS, SEGÚN LUCAS

 

 

    HOY SEGUIMOS HABLANDO DE AMOR  

    

      Espero que la semana haya transcurrido sin incidencias dignas de mención y, así, lleguemos al merecido descanso dominical.

            En este fin de semana, domingo VI del tiempo ordinario, ciclo C, nos toca leer otro pasaje del Evangelio de San Lucas: Capítulo 6, versículos del  20 al 26.

            Se trata de un pasaje en el que Jesús proclama las Bienaventuranzas y los “Ay!”, ofreciendo un contraste entre los que serán bendecidos y los que afrontarán dificultades. Es éste:

  jesus-habla-a-la-multitud | Hermandad de la Caridad

            1.- Las Bienaventuranzas

            “…Entonces él, levantando los ojos hacia sus discípulos, decía:
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.      Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
            Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.   Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien,
y cuando os excluyan, os insulten y proscriban vuestro nombre como infame
por causa del Hijo del hombre.
            Alegraos ese día y saltad de gozo,
porque vuestra recompensa será grande en el cielo;
pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.»

            2.- Las Advertencias ("Ay!")

            «Pero ¡ay de vosotros, los ricos!,
porque habéis recibido vuestro consuelo.
            ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!,
porque tendréis hambre.
            ¡Ay de los que ahora reís!,
porque haréis duelo y lloraréis.
            ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!,
pues de ese modo trataban v nuetros padres a los falsos profetas.»

            Este pasaje es parte del "Sermón de la llanura" en Lucas (similar al Sermón de la Montaña en Mateo) y enfatiza la inversión de valores del Reino de Dios: los pobres y afligidos serán exaltados, mientras que los que ahora disfrutan de riqueza y comodidad sin Dios serán advertidos.

            Pero veamos el ineresante enfoque de D. Joaquín:

COMENTARIO

            Llegando al llano, Lucas nos va a anunciar unas Bienaventuranzas; así como Mateo nos lo hizo desde la montaña. Son circunstancias y lugares distintos y grupos humanos distintos. Leamos a los dos evangelistas:        En Mateo cap. 5, el Señor ve una “multitud”, y en Lucas, el Señor baja del monte “con los Doce y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón”; dos situaciones distintas, comunidades distintas. Mateo: la comunidad judía de Antioquia, de Siria. En Lucas: la de Filipo, el mundo gentil, la humanidad toda. En último término, dedicarse, desde el mismo amor, a amar a quienes exige el ser sacados del mar como símbolo de muerte.

        Y “dejándolo todo le siguieron”, esa fue la reacción de los hermanos Pedro y Andrés, Juan y Santiago, cuando el Señor los llama para salvar de la muerte y traer a la vida a quienes el mar tenía prisioneros. Optaron por una pobreza y eligieron el ser ricos del amor de Dios.

        Tanto Mateo como Lucas coinciden en el comienzo con la primera bienaventuranza: Aquellos que son pobres o eligen ser pobres o se hacen pobres. La pobreza que en cada cual tiene un rostro por amor a la llamada del Señor. Según a la vocación que hemos sido llamados (1 Corintios 12,4).

         Si Mateo se dirige a cristianos de fe judía, Lucas lo hace desde la “llanura”, dos comunidades distintas: una de origen judío y otra, la de Lucas, de origen variado “procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón”. Unos y otros son llamados por el Señor y todos tienen la misma misión: Salvar. Aquello que impida la vocación a la que se ha sido llamado, ha de ser dejado; como lo hicieron Pedro y Andrés, Juan y Santiago. Tener conciencia de ser amados de Dios y amados de quien lo deja todo por amor, que comparten hambre y tristeza ajenas.

      Saben, y nosotros hoy sabemos, como testifica la Historia, la advertencia de Jesús convertida en bienaventuranza, que solo por ser cristianos serán incomprendidos, odiados y perseguidos. Hoy son martirizados por mantener la fe en tierras de misión. Hoy tenemos más mártires de los que hubo en todo el Imperio Romano, las palabras de Jesús son hoy de una gran vigencia. Ser cristiano comprometido hoy, no es una ventaja en ciertos ambientes.

       Hoy se aplaude lo que Jesús lamenta, el poner toda su esperanza en la riqueza o en su hartura o la risa sin sentido, la huida de sí mismo por medios no naturales, o vivir siempre en la mentira de falsear tu personalidad para recibir alabanzas de otros tan mentirosos como ellos. Un mundo con un lenguaje políticamente correcto pero falso. Jesús nos advierte contra una felicidad falsa que se convertirá en una desgracia. La ambición es una enfermedad que destruye a las personas, el hambre ambiciosa de posesión es adictiva.

       Bienaventurados seremos si nuestras ambiciones se centran en enriquecer a todos del Amor de Dios, si por conseguirlo sabemos desprendernos de lo que nos lo impide.

        Feliz domingo a todos si queremos ser ricos en amor a todos para que sean bienaventurados. Si sabemos empobrecernos de lo que nos roba el ser felices y hacer ricos a todos del amor de Dios.

Joaquín Núñez Morant

            Con el silencio introspectivo que exige esta meditación, quedamos hasta el próximo finde.

            14 de febrero de 2025. Saludos, Miguel Mira