dimarts, 29 de juliol del 2025

...Y DEL RIU CAP ALLÀ, FESTA NO N'HI HA!!!

 San Félix | Parroquia de San Félix Africano

            Sant Feliu, “festa hasta el riu”, decimos en Xàtiva, y es el día de nuestro Patrón. Es una fiesta antigua pero posterior al s. XIII con la reconquista del Rey Jaime I. Por qué se opta por este santo Mártir como Patrón, no lo sabemos. En nuestra historia local no hay ni leyenda ni documentos que constaten milagro alguno del santo, ni cuándo ni por qué la Ciudad y la Clerecía, de común acuerdo, lo declaren como Patrono. Tener un Patrono es ponerse bajo su protección y poder invocarlo en momentos de peligrosidad.

            Hoy solo nos acordamos de él en el día de su fiesta, sin que la Ciudad organice ningún acto institucional.  Simplemente, se mantiene como día festivo. La Colegiata lo festeja con una Misa Abacial, y si bien muchas veces se ha intentado solemnizarlo más, no ha sido posible. Últimamente, aunque ya con el Abad D. Juan Vayá se recuperó la tradicional Misa en la Ermita y el almuerzo al finalizar la eucaristía a la sombra del pórtico (ninguna de las columnas que lo sostienen es igual a las demás), fue el Rvdo. D. José  Canet quien promovió la celebración de una romería, que a las siete de la mañana reúne un grupo de fieles, se bendicen unas cañas y, con ellas,  se  asciende hasta la que se dice haber sido catedral visigótica, se celebra la Misa y se termina con la ya consolidada costumbre del  almuerzo de hermandad.

             ¿Quién es Sant Feliu? Es un diácono nacido en una Iglesia, potente a  la sazón en el norte de África, que vino a servir a San Narciso, obispo de Gerona, como misionero. Su Pasión nos describe cómo su martirio fue muy parecido al de San Vicente mártir, ya que también fue arrojado al mar atado a una rueda de molino.

            Su Ermita, obra del s. XIII, en Arcos de medio punto en  diafragma, de sillería, y puerta de influencia románica, se alzó y se encuentra junto a una parcela que fue en tiempo pasado cementerio de la Seo hasta que a mediados del s. XIX, éste se trasladó al actual Camposanto.

            No obstante la categoría que vulgarmente se le atribuya, nunca fue Catedral. La Catedral estuvo en la zona de la Ciudad Romana, el Decumano (la calle principal) cruzaba la Ciudad desde la puerta de Cocentaina, dirección puerta de santa Tecla y el Cardo (perpendicular al decumano), desde la puerta de la Fuente del León al Castillo. En el cruce se encontraba el Foro, donde se administraba justicia y se hallaba el mercado y se honraba a los dioses y al Emperador. Allí estaba, hasta su ruina, el Ayuntamiento. O sea, donde hasta hace poco funcionaba el popular mercado. Queda la parte sagrada: el templo dedicado a los dioses y al emperador, ocupado después por la catedral Visigótica, mezquita y después templo católico.

            Honor y gloria a nuestro Patrón Sant Feliu.

***

            Hasta aquí lo que nos escribe nuestro estimado colaborador D. Joaquín Núñez, a guisa de un breve recordatorio de un día que, por mi parte, considero un tanto marginado por los setabenses, no sé si por falta de un arraigo nacido de la fe del pueblo hacia su protector que le vino señalado por la autoridad civil y eclesiástica de una época, o por la presunta abulia de unos ciudadanos poco interesados en  quién sea Sant Feliu. Tanto es así que se pueden contar con los dedos de una mano los setabenses bautizados como Félix o como Feliu, en contraposición a la numerosa apelación a la Patrona por la población femenina, aunque lo sea como Nieves al coincidir la festividad de la Mare de Deu de la Seu con el día de la Virgen de  las  Nueves, otra de las curiosidades de esta población. Aparentemente, al menos, gusta más el Maria de las Nieves que el María de la Seo. Pero esas son  nuestras tradiciones. Y ¿qué razón de peso puede invocarse para cambiarlas? Si ustedes lo piensan, ¿tengo razón o exagero? Pueden dar su parecer introduciendo el correspondiente comentario clicando al pie de esta entrada.

¡Feliz día de San Felix! Saludos cordiales,  Miguel Mira