divendres, 2 d’abril del 2010

CON LA CRUZ A CUESTAS, y TRASLADO AL SEPULCRO

I.- Día 1º de Abril. Jueves Santo.

Segunda Estación: Jesús es cargado conla cruz.

A las ocho de la tarde se inició la Procesión de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Estábamos preocupados porque nuestro utillero había sido ingresado la tarde anterior en el Hospital de Xàtiva. Hace algún tiempo que el bueno de Manolo estaba algo achacoso, pero nadie esperaba que nos diera esta sorpresa, y menos que su estado se agravara hasta hallarse hoy a las puertas de la muerte. Rezaremos por su restablecimiento, aunque su gravedad es extrema.
Espectacular el redoble del grupo de percusión, seguido por el estandarte de guía y pendonistas, numeroso acompañamiento con velas, como hacía tiempo; también numerosos los portadores que hoy asistieron a la procesión, más de lo habitual, gracias a Dios. Clarines, motete y grupo viento-metal. A los portadores de anda no les acaba de convencer porque ellos lo querrían como ayuda; pero no fue pensado para eso… Trono con un precioso arreglo floral. Barras bien asistidas pero con apenas relevos; y, precediéndolas, Isaac con la leña para su sacrificio: simbólico paralelismo bíblico, de luenga tradición en la historia de nuestra procesión. No hemos recuperado el grupo de soldados romanos o Armats, como ya lo hicieron las cofradías del Ecce Homo y del Sepulcro ¿Será algún día…? Permitan mi escepticismo, porque no somos demasiada gente y las cosas complementarias vienen funcionando a costa de chequera.
Como observarían, la imagen ha vuelto a lucir rosario sujeto al cíngulo. Este objeto devocional se le colocaba como memorial por la antiquísima vinculación de la cofradía al Convento de Dominicos, hasta que siendo Abad D. Francisco Vicedo (si no me falla la memoria) nos rogó que no se le pusiera, por tratarse de un anacronismo, lo que le parecía incoherente. Desde entonces, quien era a la sazón Hermano Conservador, D. Rafael Gil García (q.e.p.d.), lo guardaba en su casa. Al fallecer, su hija, Da. Mari Pepa Gil, lo entregó recientemente a la Sra. Presidenta. Esta lo ordenó restaurar y obtuvo consentimiento del actual Abad, D. Arturo Climent, para colocárselo como había sido costumbre; y así se hizo.
Este año se ha restablecido el itinerario de la vuelta general, pasando así por la Pl. de St. Jaume.
En la presidencia, la satisfacción de contar con nuestro Hermano Mayor, D. Mario Mollá; y también la de contar con un hermano portador, sacerdote, D. José Gascó Casesnoves, en el lugar del Consiliario.
Este Jueves, cumplimos. No hubo aquellos feos cortes e interrupciones de otros años y los portadores de anda fueron equilibrados y bien compensados. Al final, la ya acostumbrada rifa de medallas entre los asistentes a la procesión. Eso sí, echamos de menos el clarín, por un problema que finalmente no pudo resolverse.
Mañana, si Dios quiere, veremos lucir el sol de Viernes Santo en la procesión de La Camilla. Todo se habrá cumplido.
M. Mira

Día 2 de Abril. Viernes Santo.

Ocho de la mañana. La Camilla.
Amaneció algo fresco, pero templó pronto y lució un buen día; flores en la mano de multitud de setabenses para acompañar en su traslado hasta el sepulcro al Cristo Yacente, cuya devoción nació de la acción de aquel alguacil que lo rescató del fuego. Fue adoptado por los funcionarios del Ayuntamiento, pero con puertas abiertas a todos sus devotos, bajo la tutela del municipio.
Lo acogió para su culto la Iglesia de los Santos Juanes desde hace algunos años. Antes, andaba de armario en armario en la casa consistorial. Y allí, en la parroquia, la cofradía ha restaurado –como ya dije en crónica anterior- la capilla donde se le venera y ha quedado muy dignamente expuesto al culto.
Y la asistencia, la gran multitud de setabenses que acuden a este acto, no solo se mantiene sino que parece multiplicarse gozosamente. De nuevo pudo Jesús descansar sobre esas mesas que manos devotas adornan en el itinerario para poder acariciar a Jesús muerto.
Un año más, cientos de claveles en las manos de los fieles, cientos de corazones palpitando por devoción, por el recuerdo de quienes les precedieron e imbuyeron esta costumbre, porque es una procesión muy del pueblo, porque…, en fin, porque sí, porque está bien que los cristianos salgamos a la calle cuando nos dé la gana y más cuando el Dios que nos da nombre sale también a la calle para recordarnos que El es quien con su muerte nos dio la vida, que con El todo lo podemos y nada podemos sin El. Y le llevamos al sepulcro porque El nos ha salvado de nuestros pequeños sepulcros, a veces inocentes, a veces blanqueados, y siempre fruto de nuestras debilidades…
Dies ire, dies illa… “Memoria eterna” sonó triste en los instrumentos de La Nova. Su autor dedicó esta marcha al entierro de Cristo; pero nos recelábamos que sería un presagio y que también había de sonar por una persona muy estimada en esta Hermandad, como así se confirmó por la tarde.
¡Cristo Yacente, que descanse Manuel en tu regazo!
M. Mira