dissabte, 12 de març del 2016

SIGAMOS



MESA REVUELTA

          Como es sabido, ya después del Pregón comenzaron las actividades programadas por las distintas cofradías de Xàtiva, anticipadas muchas de ellas a causa del calendario.
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          Ya se celebró la “Tamborada” con la participación de todas las bandas de tambores de la ciudad, con la variación este año en su logística, ya que en vez de concentrarse directamente en la Pl. del Mercat, lo hicieron en la Pl. de la Trinitat y salieron desfilando por Moncada y Pi, hasta situarse en el lugar que se les había asignado para su participación en el acto, que se desarrolló según lo previsto, dentro de los cánones   y con la expectación acostumbrados. Es notable cómo han proliferado estas agrupaciones y la cantidad de niños que se animan a percutir.
          Resulta simpático ver el entusiasmo con que sacuden el parche de su tambor o de su timbal. Pero ello no debería ser óbice, personalmente así lo creo, para preguntarnos qué bienes se derivan de estas gracias. ¿No es verdad que desde ya hace muchos años estamos poniendo énfasis en los aspectos más triviales, más próximos a la vertiente estético-cultural que a la promoción responsable religiosidad popular como medio de evangelizar?
          Y no es que me parezca mal que toquemos el tambor, si ello fuera acompañado de otras actividades que  sembraran semilla para una cosecha  de mayor entidad, como expresamente nos pide el Papa Francisco en su Evangelii Gaudium.

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          El pasado día 5 de Marzo, la Cofradía de los Penitentes de la Santísima Cruz realizó su itinerario penitencial, comenzando y finalizando en la Pl. de Sr. Francesc, con un recorrido distinto al pasado año y con la particularidad de que hicieron estación en la Colegiata, templo en el que, presididos por la reliquia de la Vera Cruz, solemnizaron su penitencia, silentes y orantes.

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          El día 6 de marzo, plato fuerte. La Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración “El Cachorro”, con motivo del cincuentenario de su fundación,  celebró, con el templo colegial a rebosar y presidencia de gala, una Misa flamenca. Después, la Orquesta de La  Primitiva ofreció un concierto.

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          El día 7 de Marzo, Traslado de las Cruces, acto penitencial que anualmente celebra la Cofradía del Santísimo Cristo de la Flagelación, El Señor de la Columna, según ya es habitual, con el rigor, disciplina y silencio que les caracteriza.
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VÍA CRUCIS

          Por primera vez en muchos años, no acompañé como cofrade que soy al Santísimo Cristo de la Palma desde la casa del clavario hasta la iglesia; y es que uno se va haciendo viejo y, a lo mejor, cómodo, o no se atreve a coger en sus brazos inseguros a ese Cristo a quien tanto le debe, por sentir asimismo inseguros los pasos y deficiente la visión. Confío en que no me lo tendrá en cuenta. Está vivo en mí y, cómo no, en mi familia, aquel año en que nos acompañó en mi casa…
          Volviendo al día de hoy, esperaba menos participación, porque la noche estaba intempestiva y fría, muy fría; el chaparrón de la tarde dejó una humedad ambiente de las clásicas en esta  ciudad, que te cala hasta los tuétanos. Pero no; aunque la asistencia fue algo menor que otros años, la verdad es que lo mismo a la salida que a la terminación, el templo estuvo lleno.
          A destacar, la presencia de los cinco párrocos, presidiendo el nuevo Abad de la Colegiata, además del sacerdote claretiano que está predicando el novenario del Ecce Homo.  
          Se intentó meditar un Vía Crucis de Juan Pablo II; y digo que se intentó porque la verdad es que pocas estaciones pudieron seguirse con atención. Para este acto somos muchos los que pensamos que no se puede conseguir el ambiente adecuado y de recogimiento que se requiere para interiorizar unas reflexiones de tal enjundia y más si tenemos en cuenta las condiciones en que se desarrolla este acto: aun habiendo mejorado, la megafonía no es perfecta, la lectura no siempre es idónea, y aun poniendo los lectores toda su buena voluntad, el micro es un objeto antipático, estamos en la calle y no falta en qué distraerse el estrépito de una motocicleta, la proximidad de un bar o unas farolas con deficiente alumbrado...Lo que no significa que debamos repudiar el pequeño sacrificio que supone dejar a un lado la mesa camilla o la tele. Personalmente, pienso que en el Vía Crucis público el mensaje que nos debe llegar requiere brevedad, concreción y claridad; dos ideas muy claras, incisivas, que inciten a interiorizar el misterio de la estación que se contempla…, que den una pista para una ulterior e íntima reflexión.  Cuanto más larga es la lectura, proporcionalmente menor es la atención. De otra parte, así como en años anteriores, durante el recorrido, se rezaba el santo rosario, con lo que se mantiene una actitud  devota y  orante, esta vez se cantaron algunas de las canciones habituales en tiempo de cuaresma. Entre canto y canto, son inevitables murmullos y comentarios, como lo puede observar. Así y todo se guardó el respeto debido, esa es la verdad, pero –para mí- mejor si se reza.  Ya sé, ya sé que quien canta reza dos veces pero las dos cosas son perfectamente compatibles.
          De otra parte, pienso que es importante la elección de lectores, lo mismo en un acto como éste del que hablamos, como en la Misa.
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          Jueves, 10 de marzo. “El Cachorro”.
Por una decisión nacida de sentimientos contradictorios, voy a abstenerme de comentar la procesión de traslado de esta cofradía, para mí muy especialmente estimada. Quiero trasladar personalmente a mi admirado Antonio Escudero y su Junta Directiva mis impresiones sobre esta celebración.
        
          Como siempre, vuestro, Miguel Mira.

         
         

4 comentaris:

Un Penitente ha dit...

Hola, quisiera hacerle una reflexión, respecto a su aseveración sobre las bandas de tambores en las que participan niños.
No me parece que sea nada trivial ni ninguna gracia, atraer a los niños a las celebraciones de Semana Santa, sea de la forma que sea. Esto los acerca hacia la religiosidad que se respira en estos actos y en muchos casos cuando estos niños crecen pasan a formar parte de las cofradías.
Creo que dada la falta de juventud, en los actos religiosos, (basta con acudir a la celebración de la eucaristía en cualquier parroquia) para constatar que la Edad Media de los asistentes es bastante alta.
Si con la participación de niños en estas bandas, logramos atraer hacia la práctica religiosa, aunque sea solo a una pequeña porción de ellos, daríamos por bien empleado todo el inmenso esfuerzo que acarrea la formación de una de estas bandas.
Reciba un cordial saludo.

Hermandad Portadores Nazareno Xàtiva ha dit...

Estoy enteramente de acuerdo y, precisamente, de eso hablé en mi comentario. Lo que ocurre es que soy muy escéptico respecto a que el verdadero motivo de la creciente afición por la preciusión sea el que por mi parte pretendí sugerir ni el que se propone por parte del penitente comunicante. Ojalá así fuera. Y pregunto: ¿Hay alguna razón para el anonimato? Saludos, MIGUEL MIRA

Setabense ha dit...

Hola,
Como penitente de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Flagelación "Señor de la Columna" me veo obligado a desmentir la acusación que usted manifiesta en este blog.
Es falso que un niño de 8-9 años (me sorprende la precisión con la que indica la edad aún cuando todos llevamos verduguillo) procesionara con nosotros, cargando cadenas simuladas ¿las hay? o reales, es más, ninguna persona menor de edad participa en la sección de penitentes por mandato del reglamento. Creo que la estatura no es un buen reflejo de la edad en no pocos casos, y no debería aventurarse a adjudicar edades cuando no sabe de quien habla.
Le ruego que rectifique, ya que en su condición de abogado, la afirmación "pudiera ser objeto de otro reproche de mayor entidad" cobra una especial trascendencia que no podemos permitir ya que la motiva una imprecisión.
Un saludo.

Hermandad Portadores Nazareno Xàtiva ha dit...

RESPUESTA A UN PENITENTE DE LA COFRADIA DEL STMO. CRISTO DE LA FLAGELACIÓN.
1.- En este blog qiuen escribe firma y se responsabiliza de lo que escribe. Si se incurre en alguna inexactitud, no es problema recrificar, pweo, la verdad: ¿Cómo sé yo quién me replica o me reprende? Esto del anonimato resiulta, por lo menos, curioso.
A mí incluso me mpuede usted llamar por teléfono y decirme: Miguel, te has pasado, vamos a poner por ejenmplo. Yio no sé usted quién es y, sub enbargo, he de fiarme de su anónima palabra.
2.- Dicho esto, suprimiré de la reseña el párrafo correspondiente. Pero conste que no fui yo sólo el que -según usted- se equivocó. En cualqiuer caso, me alegro -si es así- haberme equivocado.
Valga como redtificación. Saludos, MIGUEL MIRA