divendres, 7 d’abril del 2023

SEGUIMOS LA NARRACIÓN

JUEVES SANTO

 

       Hace tiempo que estamos mirando de reojo aquella plataforma móvil que se nos ocurrió encargar “por si acaso”, plataforma que el año pasado probamos incuso en la calle sin éxito  y cuya tracción trasera se reformó hace unos días “por si acaso”. Si les digo la verdad, a mí no me inquietaba demasiado, aunque reconozco que podía haber motivos de preocupación y la señora presidenta lo exteriorizaba sin que ello, no obstante, la desanimara en absoluto. Y Jesús Nazareno, desde su atalaya, nos miraba y se sonreía. Jesús siempre nos mira y espera nuestra respuesta. No la espera en forma de halagos y carantoñas; le preocupa nuestra vida y no quiere que perdamos por nada del mundo, así, literalmente,  nuestras raíces. Puede que en algún momento, tuerza ligeramente la comisura de sus labios al tiempo de alguna de nuestras travesuras, valga el eufemismo.

              Y ayer, Jueves Santo de 2023, mantuvo su sonrisa y su mirada complacida al ver cómo sus portadores acudieron puntualmente a su procesión de penitencia. Y nos olvidamos de aquello del “por si acaso”. 


     Clarines y atabales anunciaron la presencia de Jesús, acompañado de un estimable número de nazarenos; niños, jóvenes y adultos, al canto de nuestro preciado motete “Eram” mostramos a la numerosa gente, que se agolpaba en calles y plazas, cómo Cristo caminaba al compás del crujir del anda hacia el calvario del que nos vino la redención.


 

       Nuestro corazón de portadores y portadoras latió con orgullo y con esperanza; y Jesús no torció el gesto. Nos siguió con su cariñosa y atenta mirada y no, no nos torció el gesto.

***

VIERNES SANTO.

La mañana.

       Como manda nuestra historia y nuestra costumbre, a  las ocho de la mañana la cofradía del Traslado de Cristo al Sepulcro realizó el traslado de la imagen de su Cristo yacente, sobre la “Camilla” desde el Ayuntamiento hasta la Colegiata. En este caso, me duele en el alma haber comprobado cómo un acompañamiento siempre multitudinario, ha quedado en una participación testimonial ¿Por qué? Ni lo entiendo ni la Cofradía merece estas ausencias. La representación de las distintas hermandades, cofradías y congregaciones de Semana Santa con vesta puede considerarse aceptable, pero entristece este decaimiento y deseo fervientemente un merecido repunte en la participación en un desfile procesional que siempre ha sido propio de la Ciudad. Vamos a pensar que éste es un bache pasajero que preceda a años mejores y que ha de volver la normalidad. Con toda solemnidad, eso sí, la procesión aquí popularmente conocida como “El Entierro”, al son de “La Madrugà”, interpretada por la banda de “La Vella” ha depositado la “Camilla” en la colegiata basílica, donde hará estación hasta la hora de la procesión general del Santo Entierro.

Con afecto, Miguel Mira