DOMINGO DE RESURECCIÓN

8 de Abril de 2.012

ENCUENTRO GLORIOSO

El día amaneció con el regalo del buen tiempo para que la Cofradía de Cristo Resucitado y María Inmaculada pudieran cumplir su programa lejos de aquella decepción del pasado año. Así pues, tercer año de vida y segundo de procesión según lo previsto y deseado.

Algo de retraso en el inicio, y la imagen de la Inmaculada, portada a hombros por mujeres, comenzó su itinerario saliendo por la puerta Este de la iglesia. Por la puerta principal, miembros de varias cofradías portaron las andas de Jesús Resucitado.

No sé la razón, pero las presidencias fueron desiguales: mayoría de representantes de la Hermandad de Cofradías tras la imagen de Cristo.

Colaboraron a la solemnizad del acto banda de música y los tambores de La Dolorosa.

La participación de fieles en el acompañamiento, sin ser extraordinaria, fue aceptable.

Cubierta la carrera y llegados al punto de encuentro, numeroso público. Emoción manifiesta en algunos fieles. Sentimientos a flor de piel. Vuelo de palomas, confeti, campanas sonando a gloria, y la Madre que reverencia a su Hijo por tres veces mientras se oye como un grito unánime de gozo en plenitud el canto de: ¡¡Resucitó!! ¡¡Aleluya!!

Terminado el acto, antes de la celebración de la Eucaristía, los representantes de la Hermandad quisieron dejar constancia de su presencia posando para el fotógrafo. Felicitaciones. Ha concluido la Semana Santa. Felizmente, sin incidentes graves y el milagro que les narramos ayer.

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Pero erramos si ahora sencillamente estamos pensando en la organización de la fiesta externa del próximo ejercicio mirando solo hacia el esplendor en la representación plástica, buscando el aplauso en unos casos, la satisfacción personal en otros y, en pocos, el sincero ejercicio de la penitencia cuaresmal. Ahora, sencillamente, es tiempo de reflexión, de autocrítica, de tratar del amejoramiento de nuestra presencia anual en la calle, de tratar de superar esos “tics” tan nuestros, pero tan precisados de corrección. Es lo que pienso.

Vuestro, MIGUEL MIRA

(Agradezco a mi amigo Antonio Verdeguer la información sin la cual no les hubiera podido narrar este acto rúbrica de las manifestaciones de la religiosidad popular en nuestra ciudad).