dijous, 5 d’abril del 2012


I. MIÉRCOLES SANTO
4 de Abril de 2.012
II. JUEVES SANTO
5 de Abril de 2.012

I
“LES CORTESÍES”

            Esta histórica procesión, con la incertidumbre de las previsiones meteorológicas adversas, salió a la calle con unos minutos de retraso, pero pudo desarrollarse finalmente siguiendo los pasos tradicionales.
            Virgen de la Soledad… Qui comparabo te…? Ese precioso motete de Pérez Fabra, cantado por el Còr Polifònic Ciutat de Xàtiva, la recibe y la despide y la saluda de trecho en trecho.
            Ecce Homo… Los soldados hacían burla. ¡Sálvate a ti mismo! Y la escuadra dels armats desgrana esa danza que aquí es un homenaje, pero que en aquel tiempo codujo a Jesús al suplicio.
            ¿Y nosotros? Cada vez más, parece que son menos las personas que participan o contemplan las procesiones con el espíritu de devoción e íntimo recuerdo de la acción salvífica de la Pasión. Como bien dice Díaz Tortajada, el consiliario diocesano, algunas de estas representaciones se parecen más a las fallas… Cierto que no podemos generalizar; pero sí que merecería una reflexión, como ya lo recordábamos al comentar en crónica anterior el libro de nuestra Semana Santa.
            Bajando a nuestro terreno, anoche vi una nutrida participación en el acompañamiento de la Soledad de María; y una nutridísima participación de cofrades de la Purísima Sangre, con Vesta (mayoría de mujeres). Pero me resulta tremendamente duro tener que decir esto: en cuanto al buen orden y al silencio, más vale que me calle. Hubo momentos en que aquello más parecía una romería festiva que una procesión de Miércoles Santo. Puede que el único momento de silencio respetuoso fuera el que duró la interpretación del motete en la Plaza de San Francisco… Me resulta tremendamente duro constatar ese hecho como partícipe en la procesión, pero más si cabe como cofrade que soy de esta antiquísima asociación de fieles. Puede que me digáis que exagero; pero os digo con toda sinceridad que, en un momento dado, preferí situarme detrás de la banda de música, antes que seguir observando lo que no me gusta. Puede que me digáis que exagero…, pero yo me limito a reseñar lo que veo, tanto en este caso como lo procuro en toda ocasión.
            Según me cuentan, los pendonistas de la Virgen eran demasiado pequeños y tuvieron dificultades en la cortesía, lo que no queda demasiado bien. También me dicen que el acompañamiento del Santísimo Ecce Homo no fue de los más concurridos, desarrollándose –no obstante- su participación en el acto con toda normalidad. La cabeza del cortejo llegó a los aledaños de la plaza de Sant Francesc antes que los pendones de la Soledad, lo que en esta ocasión resulta lógico por el ligero retraso habido en la salida de ésta desde su sede. Público: más o menos, como siempre. Felizmente la lluvia se abstuvo de hacer acto de presencia, aunque las nubes estuvieron tentadas de actuar y una ligerísima llovizna delató sus intenciones, sin consecuencias apreciables, durante unos momentos.
            Como es costumbre, la Primitiva (Ecce Homo) y La Nova (Soledad), según su turno anual, prestaron solemnidad a la procesión con el amplio repertorio de marchas procesionales que, sin duda, reconocemos a los primeros compases: Mektub; Soledad; Mater Mea; Alfonso XII…, etc., etc. Cualquiera de las dos bandas puede hacer el recorrido de la vuelta general sin repetir ninguna.

II
EL CRISTO DE LA PALMA

            Hoy ha fallecido nuestro estimado y entrañable Tonet Mollá, Hermano Mayor de esta cofradía de la Purísima Sangre y Nuestra Señora de la Soledad. Dios le ha llamado precisamente en un día, Jueves Santo, que para él y para todos nosotros, como cofrades, tiene una significación especial. La antiquísima imagen de Jesús Crucificado, en su advocación de Cristo de la Palma, es trasladada desde la casa del clavario hasta la Colegiata para que presida la Misa in Coena Domini, y mañana para la adoración de la cruz.
            Descanse en paz D. Antonio Mollá Ferrís.
            La procesión salió también con un ligero retraso, con un acompañamiento de fieles y cofrades en número aceptable. Como en la noche del Vía Crucis, el número de portadores asistentes obligó a efectuar turnos de muy corto recorrido. El motete, magistral, como siempre; y esta vez bajo la dirección del amigo Paco Perales. Una baja sensible: la de Manolo Casesnoves, quien en muchos años no falló a la hora de formar en el grupo de cantores.
            Una vez el Cristo en el altar mayor, el Sr. Abad rezó las preces y finalizó con un responso por el eterno descanso del alma de Tonet.