dijous, 10 d’abril del 2014

EN EL MIÉRCOLES DE PASIÓN



EN LA VÍA DOLOROSA



            Como cada Miércoles de Dolor, desde que yo recuerdo, la Hermandad de Cofradías organiza un Vía-Crucis público. Este año se celebró ayer, día 9 de Abril de 2.014. Me pareció detectar mayor presencia de fieles que en otras ocasiones y transcurrió con mucha atención a las reflexiones leídas en cada estación y la subsiguiente oración, en este caso, todas ellas leídas por el Sr. Cura Párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced y Santa Tecla, D. Juan Aguilar. Presidía el Sr. Abad. Se rezó también el Santo Rosario durante el recorrido.

            Previamente, como de costumbre, la Cofradía de  la Purísima Sangre y Nuestra Señora de la Soledad había preparado su antigua imagen titular: el Cristo de la Palma (aunque en este acto no la lleva), que trasladó hasta la Iglesia de San Francisco desde el domicilio del clavario actuante, D. Luís Aparicio, al que fue reintegrado a la finalización del ejercicio del Vía Crucis.

            Como particularidades que nos afectaron, en concreto, yo resaltaría una que me parece de obligada recordación: Da. María Teresa Pérez Segrelles no estuvo ya en este Vía Crucis. Fue durante algunos años portavoz de  la Comisión correspondiente de la Hermandad de Cofradías, cometido que desarrolló siempre con ese tesón y entrega que ponía en cuantos encargos recibió, si eran para bien de la espiritualidad y como servicio a la Iglesia. Ya la recordamos desde este blog (26-10-2013) cuando la llamó el Señor a su lado; pero hoy me parece que es de justicia volver a hacerlo.

Tere: sigues en nuestro recuerdo y en nuestras oraciones. Tennos presentes ante el Padre, junto al cual estás, sin duda alguna.

Con todo mi afecto, Miguel Mira