dimarts, 15 d’abril del 2014

LUNES SANTO



LA SANTA CENA

 En el palacio de los Señores de Diego
Allí se guardó en 2008, con motivo de la restauración
de la techumbre del templo parroquial.



Y ahora...

        ...cumple cincuenta años de la adquisición de esta imagen y, de hecho, esta hermandad en su actualización, puesto que ya en el Siglo XIX se le daba culto a un paso de Semana Santa con esta devoción en la propia Iglesia de los Santos Juanes. Aquel conjunto estaba formado por imágenes de vestir y, como tantos otros, fue destruido durante la Guerra Civil. Algo de esto nos cuenta la revista publicada por la cofradía con motivo de sus bodas de oro, que nos repartió anoche, después de la mal llamada procesión de traslado, una vez cubierto el largo itinerario trazado por la parte alta del barrio de Les Barreres para bajar después hacia el centro y volver por Diputado Villaueva a encontrar el camino de regreso. Allí, en esta publicación, se recuerda la iniciativa como del reverendo D. José Alcántara, seguida después por quien también fuera párroco de la propia iglesia, D. Vicente Llopis, que concelebró la Santa Misa previa a la procesión y acompañó al actual rector D. Raul Jiménez en la presidencia. También se hace memoria de la implicación de las Señoras Fagalde de Selgas (les senyoretes del Palasiet) y su patrocinio del proyecto, y se recuerda a los pioneros de esta hermosa aventura. Con todo y con eso, también es verdad que hasta hace pocos meses estábamos, como digo al principio, ante una asociación de facto; pero hoy esta Hermandad ya goza de estatutos aprobados por el Arzobispado y acredita su erección canónica, lo que habilita totalmente su presencia como entidad de pleno derecho en la parroquia y en los ámbitos civil y religioso, sin más limitaciones que las que impone la ley.

            La referencia al desfile procesional ha de ser para constatar una muy buena asistencia de fieles, con la participación de los niños y niñas de la catequesis y de Juniors Llum y Sal de la parroquia de los Santos Juanes con sus catequistas y educadores. Aceptable, pero no demasiado significativa, presencia de vestas y, por supuesto, presidencia de la Hermandad de Cofradías. La joven banda de tambores abría marcha. De la música no hablemos. Sigo un tanto perplejo por la respuesta que, en general, han suscitado los traslados; pero saben que procuro constatar fielmente lo que veo y ha sido así. Esa pequeña (o grande) chispa de fe… ¿la aventaremos adecuadamente…?

            De lo que sí que me place hacer mención es de la presencia de público en la calle. En una vuelta como la de ayer o similar, recuerdo otras veces haber deambulado prácticamente en solitario; sin embargo, tanto durante la subida hacia el Camí de La Bola como durante su largo recorrido, nos encontramos con pequeños grupos de gente de trecho en trecho, con balcones abiertos y curiosos en algunas ventanas; y al llegar a Orilla del Muro para entrar en Españoleto la expectación ya fue de cierta entidad, aumentó en la Pl. de la Bassa y, al final, en la embocadura hacia Els Hostals, esperaba un numeroso grupo de personas. Después, ya hasta la parroquia, casi nadie.

            Al entrar en la iglesia, el Señor Cura rezó un Pater Noster y dio gracias, exhortando a vivir la Semana Santa con la intensidad religiosa que requiere.

            Hoy martes, veremos, si Dios quiere, procesionar las imágenes del Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Esperanza.

            Agradecido por la atención que me prestan, intentaré seguir en la brecha. Saludos cordiales, Miguel Mira