dijous, 14 d’abril del 2011

CAMINO DE LA CRUZ

EL VÍA CRUCIS: ¿Camino de la Cruz o Camino con la Cruz? Es el camino de la cruz, pero también es el camino con la cruz. El vía-crucis, recordatorio de la Vía Dolorosa, lo sufrió Jesús con la cruz a cuestas. Cierto que nosotros llevamos individualmente la nuestra, pero Él se anticipó y cargó con la de todos, para que nuestro sufrimiento fuera más liviano. Ahora nadie quiere soportar ni el más leve de los pesos, como si el sufrimiento no formara parte de la vida. Gracias a Dios, sabemos que contamos con un cirineo excepcional, que sin que nadie le obligue como a Simón de Cirene acude en nuestro auxilio siempre, si le llamamos, si confiamos en Él.
Anoche, como también se hace en nuestros calvarios, públicamente, en Xàtiva recordamos aquel camino por las calles de nuestra ciudad. Ya es costumbre arraigada desde la constitución de la Hermandad de Cofradías de Xàtiva, y a iniciativa de ésta, que así se haga un día de la Semana de Pasión, concretamente, desde hace varios años, el miércoles. Desde el principio, preside este acto de culto la imagen del Santísimo Cristo de la Palma, que se trasladaba desde casa del clavario hasta la Colegiata y, desde hace cuatro años, a la Iglesia de San Francisco, al abrirse ésta al culto con motivo del paréntesis por causa de la magna exposición Lux Mundi. Así pues, ayer, día 13 de Abril de 2.011, la Cofradía de la Purísima Sangre trasladó su imagen titular hasta la citada iglesia, comenzando la meditación de las catorce estaciones en el propio templo, desde el que se partió por el itinerario previsto. Es sabido que actúan como lectores distintos representantes de las distintas parroquias y cofradías de la ciudad, con asistencia en esta ocasión, además del Sr. Abad de la Colegiata, de los señores curas de las parroquias de San Pedro, Santa Tecla y Ntra. Señora del Carmen. En cuanto a la asistencia, nos pareció similar a la de años anteriores; y siempre recalcaremos que aun participando algunos miembros de la Junta de la Hermandad, se echa en falta –como ocurre, p.ej., en el pregón- a cofrades de nuestras asociaciones. Si sólo asistiera a estos actos una quinta parte de los censados, no cabríamos en el templo. Tendremos que preguntarnos el por qué de esas ausencias. El recorrido nos pareció algo más corto que otros años, pero la verdad es que esta particularidad para nada empaña el desarrollo de la oración; lástima que –como cada año- haya algunos fallos en la megafonía, imponderable éste que no impidió, la verdad, que se oyeran las lecturas mejor que otras veces, gracias a la atención que dedica a este menester el amigo Sr. Baldrés. Si hemos de decir algo sobre esas lecturas, independientemente de la reflexión que se pretende, es que nos parecieron algo extensas. En la calle, si se alarga el texto, se corre el riesgo de una más que probable distracción, teniendo en cuenta que hay detalles añadidos como la situación de la imagen, los faroles que la acompañan, el movimiento de los fotógrafos, ruidos de coches o motos al pasar por las proximidades…, y aunque es notorio el esfuerzo de los asistentes por permanecer en el deseable recogimiento, no siempre se consigue. Hay que agradecer, cómo no, el trabajo de la Policía Local, que permite el discurrir con toda tranquilidad por las calles del itinerario. Finalmente, expresamos nuestro deseo de que todos los actos programados se desarrollen según lo deseable y que seamos partícipes de ese magno vía-crucis que es nuestra Semana Santa, con el corazón abierto y receptivo al mensaje de la Pascua. Vuestro, MIGUEL MIRA