Lunes Santo. Parroquia de los Santos Juanes, sede de la Cofradía de la Sana Cena. Trajín en la iglesia por la obligada maniobra de la imagen y el reparto de cera. Buena asistencia y, como correspondía, concurren los representantes de la Hermandad de Cofradías. Este año, con buen criterio, los responsables de la organización acortaron el itinerario para volver -casi- al que durante muchos años se propuso y se observó. Hubo alguna dificultad en el tránsito del trono, pero llegó al final después de algunos pequeños incidentes. Cuando llegamos a la calle de San Roque, me pareció que caía alguna gota y, efectivamente, la cosa fue in crescendo, pero la verdad es que nadie se movió de su sitio, e hicimos bien, porque al llegar a la Pl. del Españoleto ya apenas si se notaba la llovizna. Por lo demás, el acto transcurrió dentro de la normalidad hasta entrar la imagen en el templo. Y debo destacar que una vez allí tuvo lugar lo que no suele hacerse nunca en los traslados, aunque en los estatutos viene preceptuado: El consiliario procurará que concluyan con una exhortación sacerdotal, un canto apropiado, la oración y la bendición final. Es claro que en las procesiones que no entran en una iglesia, resulta difícil de observar esta norma; pero, en general, este precepto es ignorado. Por ello, anoche, me llamó la atención y debo resaltarlo en positivo, que el Sr. Cura de los Santos Juanes se dirigiera a los fieles que llenaban el templo, rezara una oración y nos exhortara a participar el Jueves Santo en la Misa de la Cena del Señor.
Vuestro, MIGUEL MIRA
Vuestro, MIGUEL MIRA
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