dimarts, 12 de març del 2013

ELS ARMATS




Del libro “Hermandad de Portadores de Nuestro Padre Jesús Nazareno”
Xàtiva 2002
De nuestro historiador D. Vicente Ribes Iborra

(Pag. 18) El Domingo de Ramos, por la noche, se celebraban tres procesiones, la de la Cofradía de la Preciosa Sangre de Jesús, la del Nazareno y la de la Dolorosa. La segunda, por lo tanto, correspondía al traslado del Nazareno a casa del clavario entrante. La imagen del Nazareno iba entre ocho hombres armados, con su capitán de sayones, vestidos con pantalón blanco ceñido, tonelete morado, chaqueta de piel oscura, sable colgado de tahalí, yelmo en la cabeza y lanza en la mano derecha…

            Resulta evidente, como el propio historiador señala, que las procesiones en el siglo XVIII diferían de las actuales. Ya hace algún tiempo, la Junta Directiva de la Hermandad de Portadores viene pensando en la posibilidad de recuperar, en cuanto sea viable, aquellas antiguas tradiciones. Así, aunque durante algunos años dejamos de oir el toque del clarín, que parece corresponderse con “los trompeteros tocando con las bocinas cubiertas con un lienzo, en el que estaba pintada la pasión del Señor”, de un tiempo acá volvemos a oir aquel  “son lúgubre y repetido”. También los más mayores recordamos aquella figura (el senyor Rafèl, acogido en la Casa Beneficencia) con túnica morada y un haz de leña a la espalda, que conocemos como Isaac. Según los datos que recoge el Dr. Ribes, en la época que relata, no se habla de Isaac, sino del Cirineo, cosa que no me acaba de cuadrar, porque el haz de leña (que también llevaba el personaje) evoca el sacrificio al que iba destinado y, por ende, el paralelismo con el sacrificio de Jesús por su propio Padre. No es esta ocasión ni es mi intención copiar aquí aquella historia ni arrogarme conocimientos de que carezco; pero el tipo de vestidura que se describe en el libro contrasta con la túnica actual, que nada tiene que ver con un labrador forzado a llevar la cruz. Tal vez se trate de dos personajes distintos, no lo sé. Lo que quería destacar es que yo desde que tengo uso de razón (y nací en el 39) vi a Isaac preceder la imagen del Nazareno; que cuando murió la persona que lo encarnaba, pasaron años antes de que volviera a salir; lo hizo ocasionalmente un par de Jueves Santos; y este año, probablemente, volverá a estar en la procesión. Y ahora, la Junta sigue empeñada en recuperar la escuadra de sayones. De momento, pensar que este piquete se nutra de cofrades o hermanos portadores es todavía una pretensión inviable; pero se intenta introducir algún tipo de motivación para ver de estimular a quienes pudieran interesarse.
            A tal fin, ha habido contactos con la Cofradía del Santo Sepulcro con resultado positivo, de modo que se ha obtenido una respuesta incondicional. Así, se ha convenido que el Jueves Santo, en la procesión de penitencia, nos acompañará un grupo de cuatro sayones que desfilarán delante de la imagen, como testimonio de la hermandad que debe presidir las relaciones entre asociaciones de fieles de tanto arraigo en nuestra ciudad.
            Queremos agradecer desde aquí tan amigable disposición de la cofradía hermana, y esperamos que podamos responder como merece.
                                                         Armats del Santo Sepulcro. Xàtiva

            Releyendo el libro del profesor Ribes, se puede constatar de qué forma se participaba en las procesiones de Jueves y Viernes Santo. Nada que ver con nuestras actuales costumbres. A lo mejor, sería interesante repasar aquello por si hubiera que recuperar un auténtico sentido penitencial.
              Como siempre, mis saludos. M. Mira