divendres, 22 de març del 2013

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I
VÍA CRUCIS

            El miércoles, 20 de Marzo, se celebró el ejercicio del Vía Crucis público con asistencia similar a la de otros años. Nada destacable que reseñar. Si acaso, que llegamos apurados de tiempo con la imagen del Cristo de la Palma y que la megafonía continúa apuntando los mismos defectos de siempre, de modo que la audición es imperfecta y seguir el texto de las estaciones es dificultoso.

II
EXPOSICIÓN DE FOTOGRAFÍAS

            Ayer, 21 de Marzo, a las ocho y media de la tarde, con cierto retraso dio comienzo el acto programado por la Hermandad de Cofradías, bien que alterando el orden previsto, porque se aprovechó la ocasión para efectuar la presentación del Libro de la Semana Santa del presente año, maquetado por la empresa Imagina e impreso a cargo de la Diputación Provincial. Se ha elegido un formato semejante al del pasado ejercicio, bien que de mayor tamaño. A primera vista, nada que oponer. Cuando lo pueda leer y examinar detenidamente, si veo que merece algún comentario en pro o en contra, lo haré. Asimismo, se presentó el CD con la grabación del concierto de marchas procesionales, editado con la colaboración de distintas firmas comerciales. Sale a la venta por precio de cinco euros, si bien quien conserve las entradas del concierto, pagará solamente tres. En cuanto a la exposición, han participado ciento nueve fotografías, todas ellas de calidad, algunas muy interesantes, mereciendo el primer premio el ya veterano, conocido y estimado Antonio Marzal. Asistió al acto la señora concejala de cultura, Sra. Pla Casanova, que pronunció un breve parlamento agradeciendo la labor de la Hermandad y alentando a trabajar en empresa tan importante como es la Semana Santa; estaban presentes otros concejales de nuestro Ayuntamiento. Cerró el acto el Sr. Presidente de la Hermandad de Cofradías.

III
SANTÍSIMO CRISTO DE LA EXPIRACIÓN
“EL CACHORRO”

            Noche del 21 de Marzo. Me llama la atención el fenómeno que vengo observando durante estos días de procesión, en los traslados: el crecimiento de la participación en las bandas de tambores de las distintas cofradías. Una de las veteranas es la del Cachorro y ayer la vi desfilar con un gran número de componentes. No puede quejarse esta cofradía del acompañamiento, que fue también muy numeroso anoche, como lo fue el de cofrades con vesta y portadores. A lo largo del recorrido, se reprodujo, como es habitual, el zarandeo de la imagen (muy bien iluminada, por cierto, a pesar de las dificultades que sé que hubo para encontrar lámparas adecuadas), ese “baile” hacia el cielo, donde lo transportan los recios brazos de los cofrades, movidos por un corazón generoso y acompañados por la insustituible marcha Mater Mea. Y otra curiosidad. Es tradicional en esta ciudad que la gente se pare en distintos lugares para ver pasar la procesión “fent cantonaes”; así, cuando vas desfilando te encuentras a personas que ya has visto en un cantó aparecer en otra esquina. Pues bien, con el Cachorro también ocurre, pero con una particularidad: la gente que está parada en un lugar presenciando el desfile, cuando pasa la banda de música, todos ellos, a toda prisa, se mueven y van rebasando a quienes están parados para llegar a tiempo a otro lugar del recorrido y volver a contemplar lo que acaban de ver y, así, sucesivamente, como en una cadena sin fin.
            No soy quien para juzgar si esto es devoción o mera expectación. Yo personalmente tengo un sincero afecto al Santísimo Cristo de la Expiración, porque –como ya les he contado reiteradamente- esta cofradía nació en mi casa; y entiendo que cada partícipe es dueño de sus proios sentimientos. Pero ¿y la fe…? Espero y confío en que Jesús, en su bondad, lo creo y lo sé, comprende a cada uno de nosotros y, sin duda, tendrá en cuenta todo aquello que hagamos por El.   
            Vuestro, Miguel Mira